El presidente de Italia disuelve el Parlamento
Los italianos volverán a las urnas previsiblemente en próximo 4 de marzo de 2018.
El primer ministro de Italia, Paolo Gentiloni, y el presidente de la República, Sergio Mattarella, se han citado este jueves 28 de diciembre para dar formalmente por concluida la actual legislatura y avanzar hacia la convocatoria de unas elecciones parlamentarias que los medios sitúan ya por el 4 de marzo de 2018.
Gentiloni ha acudido al Quirinale a las 15.00 horas y, después del encuentro, Mattarella tendrá que convocar a los presidentes de la Cámara de diputados y del Senado para proceder a la disolución. A continuación, queda para conocer de forma oficial el día en que los italianos volverán a acudir a las urnas.
El primer ministro ha acudido a su cita con Mattarella después de comparecer ante los medios y hacer balance de una legislatura que ha descrito como "turbulenta" pero "fructífera".
Así, Gentiloni, el tercer primer ministro de la actual legislatura, ha defendido las ocupaciones creadas, la contención del riesgo bancario y la aprobación de las uniones civiles como parte del aval de los últimos años.
La cabeza del Gobierno ha destacado también que el actual periodo legislativo haya podido concluir de forma "ordenada", cosa que solicitó expresamente Mattarella y que pareció difícil en algunos momentos, entre otras razones por las discrepancias internas en el seno del Partido Democrático.
Gentiloni ha abogado para emprender ahora una campaña electoral en la cual no se juegue con el miedo y las ilusiones de los italianos y ha evitado entrar a valorar los posibles pasos, en la medida en que corresponde al presidente "marcar los tiempos" que desembocarán en unos nuevos comicios. Hasta entonces, sin embargo, ha prometido que "el Gobierno gobernará", aunque sea en funciones.
EMPIEZAN LAS APUESTAS
El Movimiento Cinco Estrellas encabeza las encuestas con el 28 por ciento de intención de voto, seguido del Partido Democrático, que ronda el 23 por ciento. Sin embargo, los sondeos vaticinan que la mayoría de los escaños pararán a la alianza conservadora que conforman Forza Italia --el partido de Silvio Berlusconi--, la Liga Norte y Hermanos de Italia.
Será la primera vez en que se aplique la reforma electoral aprobada contrarreloj y que obliga los partidos a pactar para gobernar, en honor de conformar unas mayorías que se han resistido históricamente en Italia. El Movimiento Cinco Estrellas se siendo lo principal perjudicado de estos cambios, que con el panorama actual favorecen el bloque conservador.
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