Asaja alerta de que la reducción de la jornada puede agravar la crisis del campo si no se adapta a su realidad
Advierte de que esto aumentará los costes de producción, y acabará trasladándose a los precios y al consumidor final
MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
Asaja ha advertido de que la reducción de la jornada laboral, aprobada este martes por el Consejo de Ministros, amenaza con "agravar" la crisis del campo si no se adapta a la realidad de agricultores y ganaderos, según informa en un comunicado.
En concreto, la organización agraria critica que imponer "desde el ámbito urbano" una normativa sobre reducción de jornada, registro horario y desconexión digital sin tener en cuenta las particularidades del sector agrario supondría un "duro golpe" para agricultores y ganaderos.
A falta de conocer el texto definitivo del proyecto de ley que regulará la reducción de la jornada laboral, Asaja reitera la necesidad de adaptar cualquier medida a la realidad específica del campo.
De esta forma, ha reclamado al Gobierno un estudio previo riguroso que evalúe el impacto y la viabilidad de aplicar esta norma en el sector primario, donde las condiciones estructurales, económicas y laborales son radicalmente distintas a las del ámbito urbano.
Según Asaja, esta norma aumentará los costes de producción, y eso acabará trasladándose a los precios, por lo que también afectará al consumidor final.
"Estamos ante una medida que no tiene en cuenta la estructura ni la economía real del sector agrario. Es un nuevo lastre para la competitividad del campo español, y podría empujar a muchas explotaciones, ya al límite, a la desaparición", ha advertido el presidente de Asaja, Pedro Barato.
En el dictamen de la norma emitido por el Consejo Económico y Social, muchas de las propuestas de la organización fueron recogidas y confía que también lo estén en el texto final del proyecto de ley, ya que de lo contrario considera que se "estaría legislando de espaldas al mundo rural, aumentando la inseguridad jurídica y generando más desigualdad entre el campo y la ciudad".
La organización agraria recuerda que la actividad agraria depende del ciclo biológico, del clima y de las estaciones, por lo que no responde a horarios fijos ni a estructuras cerradas.
De esta forma, Asaja defiende que sea la "negociación colectiva" la que determine, con "flexibilidad y conocimiento", las condiciones laborales en el campo.
La organización recuerda que la imposición de un registro horario obligatorio es "difícil" de cumplir en muchas zonas rurales por falta de cobertura y conectividad, además de que supone una carga burocrática adicional que es "inasumible" para muchas pequeñas y medianas explotaciones.
Además se suma la desconexión digital, un "concepto urbano que poco encaja en un sector donde la atención a cultivos y animales no entiende de horarios".
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