Dunas Capital se pone en alerta: reduce peso en Bolsa y se guarda en tramos cortos de deuda
La firma ya supera los 4.200 millones de euros en activos bajo gestión y lanza un nuevo vehículo tras la integración de Gesnorte
La firma independiente Dunas Capital ha reseñado este miércoles en un encuentro con los medios que, ante un 2025 marcado por la elevada volatilidad e incertidumbre económica, han decidido delimitar el riesgo mediante la reducción de posiciones en Bolsa y la apuesta en renta fija por activos de alta calidad a corto plazo.
Así lo ha indicado el equipo gestor en línea con la filosofía de la casa de preservar el capital, en tanto que la estrategia les ha valido para que todos los vehículos de la entidad concluyan la primera mitad del año con rendimientos positivos que van desde el 1,7% hasta el 7%.
Estas revalorizaciones, unidas al proceso de integración de la firma Gesnorte -que compraron hace un año- y sus fondos, han derivado en un total de activos bajo gestión de 4.200 millones de euros al cierre del primer semestre del año, periodo en el que el incremento ha sido de 645 millones.
Entrando al análisis de la primera mitad de 2025, el equipo de Dunas ha desgranado que han mantenido niveles bajos de riesgo priorizando la preservación de capital, especialmente a partir del mes de febrero, como eje central de su estrategia: "Un enfoque prudente y selectivo, adaptado a un contexto de elevada volatilidad e incertidumbre macroeconómica", han incidido.
En esa línea, han explicado que en renta fija apostaron por duraciones cortas y una exposición concentrada en activos de alta calidad corporativa, especialmente del sector financiero, evitando sistemáticamente los plazos largos y limitando al máximo la exposición a deuda pública, 'high yield' y activos subordinados.
Con todo, a lo largo del semestre sí han realizado "breves incursiones" y de manera táctica en estos segmentos al calor de episodios de corrección como los registrados en el 'Liberation Day' del 2 de abril, cuando Estados Unidos desató la guerra comercial en forma de aranceles -"Como un elefante en una cacharrería", han indicado en cuanto al papel jugado por Trump- y que llevó, por ejemplo, a los bonos subordinados de la banca de primer nivel a ofrecer rendimientos de hasta el 7%.
El especialista en este ámbito, José María Lecube, ha indicado que ya llegará la hora de lanzarse a por deuda europea con horizontes temporales más largos, toda vez que los grandes planes de inversión y rearme en Europa, con Alemania al frente, vayan cristalizando y las necesidades de financiación por parte de los gobiernos se incrementen.
"Nos van a salir 'bunds' (bono alemán a diez años) por las orejas", ha apostillado al respecto el director de análisis macroeconómico, Borja Gómez.
En lo referente a la estrategia en renta variable, la cartera se ha caracterizado por una selección de compañías con fuerte generación de caja y enfocadas especialmente en sectores estratégicos como electrificación, sanidad y finanzas, en tanto que han optado por poner distancia respecto a entidades con valoraciones excesivas o muy expuestas al crecimiento futuro, como consumo, lujo y tecnología.
Así, la cartera que pivota en torno a 31 valores apenas ha registrado cambios en sus nombres, pero sí en unos pesos que han bajado para tomar el beneficio de las revalorizaciones bursátiles; en un plano más amplio, el listado de cotizadas arroja nombres como Thales, Santander, Ayven, Eon, CAF, BNP Paribas, Orange, NN o Fresenius, entre otros.
Ahora mismo, la exposición en renta variable por parte de Dunas Capital se construye en temáticas alineadas con las grandes tendencias europeas de gasto en defensa, infraestructura y digitalización.
De este modo, han apostado por mantener Thales e incorporar otras empresas con exposición menos evidente al sector y con precios razonables, como Cap Gemini y Sopra Esteria, en tanto que asociado a las infraestructuras han reafirmado sus posiciones en entidades como Iberdrola, CAF y Vinci.
Además, han expresado su convicción y apuesta en torno a las cotizadas alemanas de mediano tamaño y el sector del automóvil --con nombres como Michelin, Renault y Mercedes--; en ambos casos, por las valoraciones históricamente deprimidas en las que se hallan.
Por otra parte, desde la entidad han afirmado que la gestión activa de coberturas ha sido otro pilar fundamental, en tanto que han ido recurriendo a instrumentos derivados como futuros y opciones para proteger la cartera en momentos de repunte de volatilidad.
Sobre la visión macroeconómica, han ahondado en que el entorno se encuentra marcado por la elevada incertidumbre política, el aumento del déficit público en Estados Unidos y Europa y la desaceleración económica a nivel global.
En relación al déficit público, han apuntado que Estados Unidos, con una tasa del 7%, es un elemento problemático a largo plazo, en tanto que presenta un desequilibrio fiscal superior a Trinidad y Tobago; en Europa, han puesto el foco sobre Francia como el alumno más díscolo de la ortodoxia fiscal.
En ese sentido, el equipo gestor ha considerado que estos factores no son compatibles con las actuales valoraciones bursátiles, en máximos históricos, ni con las expectativas de crecimiento de beneficios empresariales de doble dígito previstas para los próximos años, ni con unos diferenciales de crédito tan bajos.
"Hemos apretado el botón de preservación de capital", ha indicado ante esa coyuntura el director de inversiones, Alfonso Benito, para seguidamente alertar que "estamos peor [en términos 'macro'] que hace seis meses" y que "las peores cosas suceden cuando el mercado está caro".
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