La OPEP prevé que la demanda de petróleo siga creciendo hasta 2050 y pide invertir 15,5 billones en el sector
No se vislumbra un pico de demanda de petróleo en el horizonte, según la OPEP
La demanda global de energía aumentará un 23% hasta 2050, incluyendo un crecimiento de casi el 19% del consumo mundial de crudo, que rondará para entonces los 123 millones de barriles diarios (mb/d), según las proyecciones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, que en su informe anual de perspectivas calcula que sería necesario invertir unos 18,2 billones de dólares (15,5 billones de euros) para garantizar un suministro fiable.
"El mundo necesitará más energía en las próximas décadas", según el secretario general de la OPEP, Haitham Al Ghais Secretario General, para quien la demanda será impulsada por el crecimiento económico, el aumento de la población, la creciente urbanización y las nuevas industrias de alto consumo energético, como la IA.
Según el cártel, la demanda mundial de energía aumentará un 23% hasta 2050, con un ritmo promedio de incremento anual estimado del 0,8%, lo que supondría pasar de consumir unos 309 millones de barriles equivalentes de petróleo (mbepd) en 2024 a alrededor de 378 mbepd en 2050.
El crecimiento previsto "provendrá casi en su totalidad de las regiones en desarrollo, encabezadas por India, Asia Occidental, África y Oriente Medio", mientras que la OPEP anticipa que la demanda de energía en los países desarrollados se mantendrá estable o disminuirá.
Se prevé que la demanda de todos los combustibles primarios aumente hasta 2050, con la excepción del carbón, con un incremento estimado de la demanda de energías renovables como eólica y solar de 40,5 mbepd durante el período de las perspectivas, así como también un fuerte aumento de la demanda de petróleo y gas, en consonancia con la necesidad de energía fiable y asequible.
De tal modo, se espera que la demanda de petróleo aumente en 18,2 mboe/d, mientras que la de gas natural aumentaría en casi 20 mboe/d hasta 2050. De su lado, después de un largo período de estancamiento, es probable que la energía nuclear experimente un crecimiento significativo, aumentando en 10 mboe/d en el período de perspectiva.
Por el contrario, la demanda de carbón disminuirá en 30,4 mboe/d hasta 20250, debido a políticas energéticas y climáticas desfavorables y a la penetración de otros combustibles.
Así, el petróleo conservaría en 2050 la mayor participación en el mix energético (30%) y, sumado al gas (24%) se mantendría por encima del 50%, con otras energías renovables en el 13,5%, frente al 3% de 2024, mientras que la nuclear tendría en 2050 una cuota del 7%, frente al actual 5%. De su lado, el carbón bajaría al 14% desde el 27% de 2024.
En este sentido, Haitham Al Ghais ha recordado que "la historia de la energía se basa en adiciones, no en sustracciones", señalando que el porcentaje combinado de petróleo, gas y carbón en la matriz energética rondaba el 80% en 2024, apenas un poco menos que cuando se fundó la OPEP en 1960, a pesar de que el consumo de energía se haya quintuplicado durante ese período.
LA DEMANDA DE CRUDO SEGUIRÁ CRECIENDO.
En el caso del petróleo, el informe de la OPEP calcula que la demanda mundial "seguirá creciendo de forma sólida", alcanzando casi 123 mb/d en 2050, gracias al respaldo de los recientes cambios de política y la mejora de las perspectivas económicas.
De este modo, se espera que el consumo global de crudo aumentará a medio plzo en casi 10 millones de barriles por día (mb/d), pasando de 103,7 mb/d en 2024 a 113,3 mb/d en 2030, como consecuencia del fuerte crecimiento de la demanda de petróleo en los países no pertenecientes a la OCDE, mientras que la demanda de petróleo de los países OCDE también aumentará, aunque en una proporción mucho menor.
A más largo plazo, se proyecta que la demanda mundial de petróleo aumentará en más de 19 mb/d entre 2024 y 2050, alcanzando casi 123 mb/d, reflejando el crecimiento de casi 28 mb/d entre los países no pertenecientes a la OCDE, mientras que el consumo de crudo entre los miembros del 'think tank' de las economías avanzadas disminuirá en unos 8,5 mb/d durante el horizonte de las previsiones.
Además de este escenario de referencia, la OPEP plantea un 'Escenario Impulsado por la Tecnología' en el que las inversiones aceleradas en tecnologías avanzadas afectarían el consumo energético a un ritmo más rápido que el previsto en el escenario central, provocando importantes sustituciones de combustibles y mejoras en la eficiencia energética que desembocan en una menor demanda de energía y una matriz energética significativamente diferente.
En este primer escenario alternativo, la demanda mundial de petróleo se desvía gradualmente de la trayectoria del escenario base con una desviación a la baja de más de 16 mb/d para 2050, cuando la demanda mundial de petróleo sería inferior a 107 mb/d.
En cambio, en un 'Escenario de Crecimiento Equitativo' prevé un futuro económico más próspero para los países en desarrollo, junto con un enfoque diferenciado sobre cómo y cuándo alcanzar los objetivos de reducción de emisiones, resultando en una mayor demanda energética a largo plazo, incluyendo un mayor consumo de petróleo, que llegaría a 130 mb/d en 2050.
"En los últimos años, ha quedado cada vez más claro para muchos responsables políticos que la narrativa de la rápida eliminación gradual del petróleo y el gas se ha visto como lo que es: inviable y una fantasía", ha afirmado el secretario general de la OPEP, para quien el petróleo "sustenta la economía mundial y es fundamental en nuestra vida diaria". "No se vislumbra un pico de demanda de petróleo en el horizonte", ha apostillado.
INVERSIONES DE 15,5 BILLONES DE EUROS.
De este modo, para abastecer los mercados de forma fiable, en un contexto de creciente demanda, así como para compensar el declive natural de los yacimientos maduros, la OPEP calcula que se requieren inversiones globales acumuladas de 18,2 billones de dólares (15,5 billones de euros) durante el período 2025-2050.
La mayor parte de la inversión requerida, 14,9 billones de dólares (12,7 billones de euros), o 574.000 millones de dólares anuales (489.968 millones de euros), se destinaría al sector 'upstream' (exploración y producción), mientras que los sectores 'downstream' y 'midstream' requieren de otros 2 billones de dólares (1,7 billones de euros) y 1,3 billones de dólares (1,1 billones de euros), respectivamente.
"El reto de satisfacer estas necesidades de inversión es enorme, y cualquier déficit podría afectar la estabilidad del mercado y la seguridad energética", afirma la organización.
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