Ofensiva histórica: EE.UU. lanza bombardeos sobre Irán y sacude el tablero geopolítico global

Los bombardeos, llevados a cabo de manera simultánea durante la madrugada, han alcanzado los complejos de Esfahan, Natanz y Fordo —este último con especial intensidad—, marcando un punto de inflexión en una escalada que se ha gestado durante meses y que ahora se convierte en enfrentamiento abierto.

Trump proclama el “éxito total” de la operación

El presidente estadounidense, Donald Trump, confirmó la operación poco después de su ejecución a través de su red social Truth Social, afirmando que los objetivos fueron alcanzados con “precisión quirúrgica”. Según sus declaraciones, se trató de un ataque “histórico” que habría “neutralizado la capacidad nuclear” de la República Islámica. “Todas nuestras aeronaves han salido ya del espacio aéreo iraní”, aseguró Trump, celebrando la ofensiva como un éxito militar “espectacular”.

Además, advirtió que si Irán persiste en su actitud beligerante, se expone a una respuesta aún más contundente: “Los próximos ataques serán mucho más destructivos si no hay un cese inmediato de hostilidades”.

Un conflicto latente que ha cruzado una línea roja

Este bombardeo supone un cambio decisivo en el perfil del conflicto en Oriente Medio. Lo que comenzó como una guerra limitada a Gaza tras el ataque del 7 de octubre de 2023 se ha extendido progresivamente por el Líbano, Siria y Yemen, hasta alcanzar ahora al corazón de Irán. La implicación directa de Estados Unidos introduce una nueva dimensión, elevando el enfrentamiento a una escala potencialmente internacional.

Durante un discurso posterior desde la Casa Blanca, Trump insistió en que Irán representa una “amenaza nuclear inaceptable” y lo acusó de ser el “principal patrocinador global del terrorismo”.

Irán responde con misiles e indignación

La reacción de Teherán no se ha hecho esperar. Las autoridades iraníes han calificado los ataques como una violación flagrante del Derecho Internacional y han asegurado que la ofensiva no afectará la continuidad de su programa nuclear. El portavoz de la Organización de la Energía Atómica de Irán (OEAI) insistió en que las instalaciones bombardeadas estaban bajo inspección del OIEA, y pidió una condena inmediata por parte de la comunidad internacional.

Pocas horas después del ataque, Irán lanzó una andanada de casi 30 misiles contra objetivos en Israel, incluyendo Tel Aviv, donde al menos 16 personas resultaron heridas. Aunque el Gobierno iraní no ha confirmado oficialmente la autoría del contraataque, medios próximos al régimen lo describen como una “respuesta proporcional y legítima”.

En cuanto a los daños en Fordo, fuentes locales informaron de explosiones en la región de Qom, aunque aseguran que la planta estaba evacuada y que no hay impactos irreversibles, al menos por el momento.

Reacciones encontradas en Washington y apoyo firme desde Jerusalén

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, expresó su respaldo total a la operación estadounidense, calificándola de “valiente y necesaria”. Destacó la cooperación estrecha con la administración Trump para frenar la “ambición atómica” iraní, a la que describió como una amenaza existencial para Israel.

Dentro de Estados Unidos, sin embargo, la acción ha generado fuerte controversia. Dirigentes del Partido Demócrata denunciaron que el ataque fue ejecutado sin consultar al Congreso, una omisión que consideran inconstitucional. El líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, y el portavoz de los demócratas en la Cámara, Hakeem Jeffries, reclamaron explicaciones urgentes sobre el alcance, los objetivos y las implicaciones del ataque.

Escenarios abiertos: ¿principio de una guerra mayor?

El ataque estadounidense podría desencadenar una reacción en cadena de consecuencias imprevisibles. Expertos advierten que, si no se restablece rápidamente un canal diplomático, la región podría entrar en un periodo prolongado de enfrentamientos militares abiertos. Las repercusiones económicas también se sienten ya en los mercados energéticos, con el precio del crudo disparado ante el temor a una interrupción de los suministros en el Golfo Pérsico.

Organismos multilaterales y gobiernos de todo el mundo han comenzado a emitir llamados a la contención, conscientes de que la actual escalada podría derivar en un conflicto de gran envergadura.