Trump ordena ataques contra el Estado Islámico en el noroeste de Nigeria y refuerza cooperación militar
El Ejército estadounidense ejecuta ataques aéreos en colaboración con el Gobierno nigeriano, mientras los rescates de escolares y la protección de civiles destacan la prioridad en la lucha contra el terrorismo en la región.
Los recientes acontecimientos evidencian el compromiso de Estados Unidos y Nigeria para contener la expansión de grupos armados en África Occidental y proteger a la población civil, combinando operaciones militares y estrategias de inteligencia coordinadas.
Ataques dirigidos y alcance militar
El presidente Donald Trump anuncia que, bajo su dirección como comandante en jefe, las Fuerzas Armadas de Estados Unidos lanzan un ataque “poderoso y mortal” contra las posiciones del Estado Islámico en el noroeste de Nigeria. “Esta noche, bajo mi dirección como comandante en jefe, Estados Unidos ha lanzado un poderoso y mortal ataque contra la escoria terrorista de Estado Islámico, que ha estado atacando y asesinando brutalmente (...) cristianos inocentes”, declara Trump en su cuenta de Truth Social.
El mandatario estadounidense justifica la acción señalando que “previamente advertí a estos terroristas que si no cesaban la masacre de cristianos, habría un infierno”, y subraya que la operación forma parte de su compromiso de impedir que prospere el terrorismo islámico radical.
Pete Hegseth, jefe del Pentágono, reafirma esta posición en la red social X: “El presidente fue claro el mes pasado: la matanza de cristianos inocentes en Nigeria (y otros lugares) debe terminar”, resaltando la coordinación entre Washington y las autoridades nigerianas.
Cooperación con Nigeria y marco legal
El Comando África del Ejército estadounidense (Africom) detalla que los ataques se realizaron “a petición de las autoridades nigerianas en el estado de Sokoto, donde murieron varios terroristas”. Africom añade que estas acciones demuestran “la fuerza de nuestras Fuerzas Armadas y el compromiso con la eliminación de amenazas terroristas contra los estadounidenses, tanto en el país como en el extranjero”.
Por su parte, el Gobierno nigeriano confirma que los ataques forman parte de la “cooperación en materia de seguridad con socios internacionales, incluido Estados Unidos, para abordar la persistente amenaza del terrorismo y el extremismo violento”. El Ministerio de Exteriores precisa que esta colaboración incluye intercambio de inteligencia, coordinación estratégica y apoyo conforme al Derecho Internacional, siempre priorizando la protección de civiles y el respeto a la soberanía. “La violencia terrorista, en cualquier forma, ya sea dirigida contra cristianos, musulmanes u otras comunidades, sigue siendo un enfrentamiento a los valores de Nigeria y a la paz internacional”, afirma el comunicado oficial.
Impacto sobre la población y rescates escolares
En paralelo, la diócesis católica de Kontagora confirma que todos los alumnos y profesores de la escuela St. Mary, en el estado de Níger, han sido rescatados y reunidos con sus familias. El sacerdote Bulus Yohanna informa que, tras la liberación de 230 personas, incluidos 218 estudiantes y 12 empleados, la cifra de desaparecidos se reduce de 315 a 265, tras la huida de otras 50 víctimas.
El ataque previo involucró a más de 60 individuos armados contra el centro educativo, que contaba con 629 alumnos, evidenciando la gravedad de la amenaza en el nordeste de Nigeria, epicentro de Boko Haram y su escisión, Estado Islámico en África Occidental (ISWA). La inseguridad se ha extendido en los últimos años hacia el norte y noroeste del país, generando alarma sobre la expansión de redes criminales y sus efectos sobre la población civil.
Estrategia y seguridad regional
Las autoridades nigerianas destacan que todas las iniciativas contra el terrorismo buscan proteger la vida de los civiles, garantizar la unidad nacional y defender los derechos y la dignidad de todos los ciudadanos, independientemente de su fe o etnia. Además, se mantiene la colaboración con socios internacionales para desmantelar el financiamiento y la logística de las organizaciones terroristas, mientras se fortalecen las instituciones de seguridad y capacidades de inteligencia de Nigeria.
Este operativo marca un refuerzo de la cooperación bilateral y la estrategia de contención del extremismo violento, integrando medidas militares, diplomáticas y humanitarias en la región.

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