Guterres pide a Marruecos y Polisario "un cambio de rumbo" y que busquen una solución política al Sáhara Occidental
El secretario general de la ONU se muestra convencido de que es posible resolver el conflicto que pronto cumplirá 50 años
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, reconoce su preocupación por la situación en torno al conflicto del Sáhara Occidental, del que pronto se cumplirán 50 años, y por ello pide a Marruecos y el Frente Polisario un "cambio de rumbo urgente" que impida una nueva escalada y que busquen una "solución política justa y duradera".
Así lo ha hecho en su último informe sobre la antigua colonia española remitido al Consejo de Seguridad a finales de julio y que abarca lo ocurrido en relación con este contencioso en el último año, al que ha tenido acceso Europa Press.
En él, Guterres admite que sigue "sumamente preocupado por la evolución de los acontecimientos en el Sáhara Occidental", tras constatar que sobre el terreno ha persistido en los últimos doce meses "la tensión y las hostilidades de baja intensidad entre Marruecos y el Frente Polisario".
A juicio del máximo responsable de la ONU, "el continuo deterioro de la situación es alarmante e insostenible y exige un cambio de rumbo urgente con vistas a evitar una nueva escalada" en el conflicto, después de que el Polisario diera por finalizado el alto el fuego alcanzado entre las partes en 1991 en noviembre de 2020 y que desde entonces se hayan sucedido algunos ataques y bombardeos entre ambos bandos.
En este sentido, el secretario general ha hecho un llamamiento a "todas las partes implicadas", sin citar específicamente a Marruecos y el Polisario, a que "se esfuercen por cambiar de rumbo sin demora, con la facilitación de Naciones Unidas y el apoyo de la comunidad internacional en general, hacia una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable".
ES URGENTE UNA SOLUCIÓN
Guterres considera que ahora que se cumplen 50 años del conflicto, cuando Marruecos se hizo con el control de la antigua colonia española a la que la ONU considera un territorio pendiente de descolonización, "sigue siendo más urgente que nunca alcanzar una solución política a la cuestión del Sáhara Occidental".
En este sentido, se muestra convencido de que "es posible encontrar una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable que contemple la libre determinación del pueblo del Sáhara Occidental, de conformidad con las resoluciones del Consejo de Seguridad".
En dicha solución está trabajando su enviado especial, Staffan de Mistura, quien durante el último año ha mantenido contactos tanto con Marruecos como con el Polisario, así como con Argelia, principal valedor de las tesis saharauis, y con Mauritania, al igual que con representantes de otros países, entre los que el informe no cita a España, antigua potencial colonial.
Según el informe, tanto en su comparecencia ante el Consejo de Seguridad de octubre de 2024 como la realizada en abril de 2025 para explicar sus esfuerzos de mediación entre las partes y "hacer avanzar constructivamente el proceso político", De Mistura "observó con aprecio las expresiones de apoyo de sus interlocutores a los esfuerzos de Naciones Unidas para facilitar una solución política de la situación en el Sáhara Occidental".
En octubre pasado, tal y como informó entonces Europa Press, el enviado especial para el Sáhara planteó la partición del territorio, si bien dijo que ni Marruecos ni el Polisario estaban de acuerdo, y reclamó también a Rabat más destalles sobre su plan de autonomía para la antigua colonia española.
LA AUTONOMÍA SUMA APOYOS
Dicho plan ha seguido ganando apoyos en el último año, según recuerda el informe de Guterres, que recuerda que Francia le dio su aval en julio de 2024 y Reino Unido hizo lo propio en junio pasado, siguiendo así los pasos de Estados Unidos, primer país en reconocer la marroquinidad del Sáhara en diciembre de 2020, y de España, que avaló el plan de autonomía en una carta del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a Mohamed VI en marzo de 2022 como "la base más seria, creíble y realista" para resolver el contencioso.
Presentado por el reino alauí en 2007, el documento de tres páginas plantea una autonomía del Sáhara dentro de Marruecos pero desde entonces no se ha detallado cómo se materializaría esta opción, rechazada de plano por el Polisario, que insiste en la celebración del referéndum de autodeterminación.
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