Alrededor de 13,4 millones de bebés nacieron prematuramente en 2020, según se desprende del informe Nacidos demasiado pronto: decenio de acción sobre el parto prematuro. Los datos, pues, cifran en casi 1 de cada 10 bebés los que nacieron antes de las 37 semanas de embarazo. Además, cerca de 1 millón de recién nacidos murieron por complicaciones relacionadas con esta circunstancia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) junto con PMNCH han llevado a cabo este trabajo, con el que quieren dar la voz de alarma sobre la "emergencia silenciosa" del parto prematuro, cuya magnitud y gravedad no se han reconocido durante mucho tiempo, y que está impidiendo avanzar en la mejora de la salud y la supervivencia de los niños.
LA PRINCIPAL CAUSA DE MORTALIDAD INFANTIL
En una comparecencia pública, la directora del Centro de Salud Materna, Adolescente, Reproductiva e Infantil de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, Joy Lawn lamenta que "este nuevo informe muestra que el coste de la inacción durante la última década fue de 152 millones de bebés nacidos demasiado pronto".
La doctora apunta que, aunque algunas regiones se ven más afectadas, "el nacimiento prematuro amenaza el progreso sanitario en todos los países" y los señala como la principal causa de mortalidad infantil, y representan más de 1 de cada 5 de todas las muertes de niños que se producen antes de cumplir los 5 años. Los supervivientes de un parto prematuro pueden sufrir consecuencias sanitarias de por vida, con una mayor probabilidad de discapacidad y retrasos en el desarrollo.
"Tras cada muerte prematura hay un rastro de pérdida y angustia. A pesar de los muchos avances que el mundo ha logrado en la última década, no hemos avanzado en la reducción del número de bebés pequeños que nacen demasiado pronto ni en evitar el riesgo de que mueran", ha expresado el director de Salud de Unicef, Steven Lauwerier, que ha calificado el balance como "devastador".
MÁS INVERSIÓN
Los responsables del informe reclaman un aumento de las inversiones, tanto internacionales como nacionales, para optimizar la salud materna y neonatal, garantizando que se preste una atención de alta calidad cuando y donde se necesite.
"Nuestra próxima generación depende de que todos actuemos ahora: la inversión puede no ser pequeña, pero los beneficios de esta inversión serán importantes para todos los países", ha apuntado la directora del Centro de Salud Materna, Adolescente, Reproductiva e Infantil de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.
También es necesaria una aplicación acelerada de las políticas nacionales establecidas para la atención materna y neonatal; así como una integración intersectorial. Con esto último, se refieren a promover la educación a lo largo del ciclo vital; apoyar inversiones económicas más inteligentes, con cofinanciación entre sectores; reforzar las respuestas de adaptación al clima a lo largo del ciclo vital; y avanzar en la coordinación y resiliencia de los sistemas de emergencia.
Por último, apuestan por una innovación impulsada localmente; esto es, invertir en innovación e investigación a nivel local para mejorar la calidad de la atención y la equidad en el acceso.
3 HOSPITALES DE REFERENCIA EN CATALUNYA
En Catalunya, existen diferentes centros médicos y hospitales que cuentan con unidades especializadas en la atención de bebés prematuros. Son el Hospital de Sant Joan de Déu, el Hospital Vall d'Hebron i el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau.
Sant Joan de Déu es uno de los principales hospitales infantiles de España y cuenta con una Unidad de Neonatología que atiende a bebés prematuros y de bajo peso al nacer.
Por su parte, en la Vall d'Hebron existe una unidad de Neonatología que ofrece atención especializada a los bebés prematuros y con necesidades especiales.
Por último, Sant Pau tiene una unidad de Neonatología que se encarga de la atención de los bebés prematuros, tanto de manera ambulatoria como hospitalaria.
Más allá de estos tres centros, el Hospital Clínic de Barcelona, el Hospital Universitari Germans Trias i Pujol de Badalona y el Hospital Universitari Arnau de Vilanova de Lleida, entre otros, también son capaces de prestar atención a los bebés prematuros.
Además, la atención que la sanidad catalana presta a los bebés prematuros se realiza de manera integral, lo que implica la participación de diferentes especialistas, como neonatólogos, enfermeros y fisioterapeutas, entre otros, con el fin de garantizar una atención completa y de calidad.
Según los últimos datos disponibles publicados por el Institut Català de la Salut (ICS) en 2019, la tasa de mortalidad neonatal en Catalunya fue de 1,9 por cada 1.000 nacidos vivos, lo que representa una disminución del 30% respecto a la tasa registrada en el año 2000.
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