La CNMC desestima una denuncia de los taxistas contra Cabify por los 15 minutos de antelación
La CNMC archiva dos denuncias de los taxistas contra Cabify al no hallar pruebas de incumplimientos en Cataluña y Valencia. La empresa se prepara ahora para recibir 8.500 nuevas licencias VTC en Madrid, desatando nuevas protestas del sector del taxi.
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha archivado dos denuncias clave interpuestas por la Asociación Nacional del Taxi (Antaxi) contra Cabify. La patronal del taxi acusaba a la empresa de transporte bajo licencia VTC de vulnerar la normativa regional que obliga a esperar un mínimo de 15 minutos entre la solicitud del servicio y su inicio, tanto en Cataluña como en la Comunidad Valenciana.
Sin embargo, el regulador concluyó el pasado 14 de mayo que no existen indicios suficientes de que Cabify se beneficiara de un incumplimiento de esta normativa. Así lo recoge el acuerdo de no incoación aprobado por la Sala de Competencia, al que ha tenido acceso Europa Press.
Sin impacto sobre el mercado ni beneficios ilegítimos
En el caso de Cataluña, la CNMC analizó precios, ingresos y cuotas de mercado en el periodo 2018-2019, concluyendo que no hubo un impacto significativo que evidenciara ventajas ilegales para Cabify. En concreto, el aumento de su ratio ingresos por kilómetro en 2019, en comparación con el año anterior, podría explicarse por:
- Su sistema de precios flexibles (en contraste con las tarifas reguladas del taxi),
- Un aumento general de la demanda de servicios de movilidad,
- Y una convergencia progresiva de precios entre distintos operadores del sector.
En cuanto a la Comunidad Valenciana, el informe destaca que, aunque los precios de Cabify por kilómetro fueron superiores a los del taxi, se mantuvieron por debajo de los de Uber, y sus cuotas de mercado nunca alcanzaron las que tuvo esta plataforma antes de retirarse temporalmente tras la imposición de la norma de los 15 minutos.
Además, Competencia subraya un dato revelador: los ingresos del taxi crecieron en 2019 en la Comunidad Valenciana, lo que aleja la hipótesis de un perjuicio directo derivado del comportamiento de Cabify.
Madrid, epicentro de la próxima batalla
Este fallo favorable a Cabify llega en un momento especialmente tenso entre las plataformas VTC y el sector del taxi, a las puertas de una nueva expansión masiva de licencias en la Comunidad de Madrid. Cabify está a punto de recibir 8.500 nuevas licencias, concedidas tras resoluciones judiciales favorables sobre solicitudes realizadas en 2018, que fueron inicialmente rechazadas.
De confirmarse, la flota de VTC podría superar por primera vez al número total de taxis en la región madrileña, lo que ha encendido todas las alarmas en el sector tradicional. Las asociaciones de taxistas ya han anunciado una oleada de protestas y movilizaciones a nivel nacional para frenar lo que consideran una “invasión” de licencias.
Un conflicto sin resolver: ¿equilibrio o desregulación?
Aunque la CNMC cierra el capítulo valenciano y catalán, la decisión reaviva un debate profundo sobre el modelo de movilidad urbana, la competencia y el papel regulador del Estado. Por un lado, se refuerza la legitimidad de las plataformas tecnológicas para operar bajo reglas distintas al taxi. Por otro, el descontento del sector tradicional amenaza con desestabilizar políticamente al Ejecutivo en regiones clave como Madrid, donde el transporte urbano es un asunto altamente sensible.
La próxima entrega de licencias promete ser un punto de inflexión. Cabify, amparada por la justicia y con el respaldo implícito del regulador, acelera; los taxistas, acorralados, contraatacan. Y en medio, un modelo de ciudad en disputa.
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