VÍDEO: Sacan del mar un coche atrapado después que el conductor hiciera trompos

Uno de los episodios que más está dando que hablar en los últimos días es el del coche que quedó atrapado en la playa de Oyambre (Valdáliga, Cantabria) después que la persona que lo conducía se pusiera a hacer trompos en la arena... haciendo que el vehículo se encallara.

Obviamente, la situación obligó a la actuación de las autoridades para retirar el vehículo, pero el gobierno regional quiere que la situación no se quede aquí; así, ha pedido a la Guardia Civil que abra diligencias sobre este episodio. La Benemérita se está planteando interponer una denuncia.

De hecho, según reportan varios medios, sus propietarios, una pareja natural de la provincia de Palencia, tras comprobar que no podían recuperarlo, lo dejaron a merced de las olas y se fueron a uno de los chiringuitos que había en la playa.

Los efectivos gestionaron la colaboración de un particular con vehículo pesado quien, junto a ellos, sacó el turismo del mar y los bomberos, equipados con neoprenos, se adentraron en al agua para colocar eslingas al coche y poder extraerlo, traccionando con el vehículo pesado.

"Falta de sentido común"

La consejera de Presidencia y Justicia, Isabel Urrutia, ha subrayado la necesidad de sancionar este tipo de conductas, resaltando la falta de sentido común y la importancia de tomar medidas preventivas para evitar su repetición en el futuro.

Tanto la Dirección General de Protección Civil como la de Biodiversidad están evaluando la posibilidad de imponer sanciones relacionadas con la conservación de la naturaleza, la protección del medio ambiente y la seguridad vial.

Y es que este incidente ha generado preocupación y ha llevado a las autoridades a tomar medidas para evitar situaciones similares en el futuro, reforzando así la importancia del respeto por las normativas vigentes y el cuidado del entorno natural.

Una de las mejores playas cántabras

Oyambre está muy bien considerada entre las playas de la región, hasta el punto que se considera un paraíso entre San Vicente de la Barquera y Comillas.

Muy tranquila en cualquier época del año, dispone de diferentes servicios para disfrutar aún más de la estancia, siendo perfecta tanto para niños como mayores. Merece la pena visitarla incluso durante el invierno.