Considera que impiden la entrada de nuevos operadores y consolidar a los oferentes de alojamientos turísticos ya instalados.
El 'superregulador' ha recomendado una mayor libertad de acceso al mercado del taxi y del alquiler de coches con conductor (VTC), así como al de viviendas de uso turístico tras la llegada de servicios como Uber y Airbnb.