Cataluña y la Comunidad Valenciana ya han avisado de que será imposible que las comunidades autónomas cumplan con el objetivo global de déficit del 0,3 por ciento en 2016 que les ha asignado el Gobierno, una cifra que sí han apoyado las autonomías gobernadas por el PP, que defienden la senda de estabilidad como única forma de recuperación económica.