He seguido desde hace algún tiempo la trayectoria “profesional” de un personaje que se llamaba a sí mismo periodista por ejercer la profesión y que llegó a ser conocido gracias a una revista llamada ‘Café amb llet’, donde publicaba las anomalías del entramado sanitario catalán ayudado por su pareja, Marta Sibina, enfermera de profesión y conocedora del tema sanitario. Ese personaje se llama Albano Dante Fachín y en su currículum no figura la profesión que ejercía antes de inventar ‘Café amb Llet’.