La instructora archiva las piezas de responsabilidad civil abiertas contra los otros 25 exaltos cargos investigados y eleva a la Audiencia de Sevilla la causa contra Chaves y Griñán.
En la carta Manuel Griñán Caravaca defiende que "nadie podrá probar jamás" que su padre se ha apropiado de un solo céntimo de los EREs.