El pasado fin de semana se celebraron elecciones municipales y regionales en el Reino Unido, frente a las encuestas y deseos de algunos el partido Laborista liderado por Corbyn obtuvo unos más que aceptables resultados, y evitó lo que algunos llamaban el hundimiento del partido.
Han logrado la victoria pero han perdido a más de una decena de consejeros. Ahora bien, han evitado el descalabro que se anunciaba en las últimas semanas por los sondeos.