Cortés era también conocido como ‘el poeta de la Barceloneta’, ya que era habitual verlo en los restaurantes del barrio con su guitarra interpretando canciones como ‘Ay corazón corazón’.
El músico afirma que parece una enfermedad que tiene como consecuencia la debilidad muscular, la falta de sensibilidad y el hormigueo en los pies y en las manos, así como pérdida de equilibrio y coordinación.