Tanto el que era titular de Interior como el director de la Oficina Antifraude de Cataluña tienen sus sospechas de quién les grabó y difundió su conversación.
¿Y este es el personal que lucha contra el fraude, la corrupción y el sursuncorda? Si eso es así, lo mejor que puede hacer el Parlament es enviarlos a todos a su casa por incompetentes, desleales y cobardes. ¿Quién va a confiar ahora en la oficina?