El envejecimiento de la piel se caracteriza por una serie de cambios estructurales y funcionales que, de manera gradual, contribuyen al deterioro y la fragilidad asociada a la edad. La piel envejecida presenta una menor capacidad de regeneración, una cicatrización deficiente y una función de barrera disminuida
El análisis de IP-10 reduciría el número de pruebas costosas necesarias para confirmar los casos de infección reciente o en los que los fármacos fallan, facilitando el diagnóstico y seguimiento del tratamiento en países de bajos recursos.
Una terapia experimental con un nuevo fármaco consigue reducir una proteína vinculada a esta enfermedad.