Ambas furgonetas iban ocupadas por personas de nacionalidad rumana. Los vehículos estaban habilitados para el transporte de solo tres personas cada uno.
Además de las detenciones, los agentes que las han llevado a cabo han liberado a cuatro personas a las que los detenidos tenían retenidas y hacinadas en un piso, donde sufrían agresiones y amenazas y donde se les instruía para robar catalizadores de vehículos que luego eran vendidos a particulares.