La última en visitar la isla ha sido la senadora republicana Marsha Blackburn, que se ha reunido este 26 de agosto con la presidenta de Taiwán, Tsai Ing Wen
Para mostrar los jardines y salas de reuniones.
El desplante llega tras la insinuación de la Xunta de que los herederos del dictador pretenden sacar tajada económica forzando la expropiación.
La familia del dictador incumple habitualmente sus obligaciones de abrir al público el inmueble situado en Sada, expoliado y regalado a Franco.
Seguirán podiendo entrar cinco personas cada viernes, elegidas por sorteo, pero se experimentará con otros formatos.
Habitualmente están cerradas por motivos de conservación, y contienen "uno de los ejemplos iconográficos más destacados del Renacimiento español".