Un veterinario colombiano acusado de cirugía "cruel" para convertir cachorros en 'mulas' para droga
Andrés López Elorez se enfrenta a un tribunal de EEUU por implantar heroína líquida a crías de perros después de ser extraditado de España.
Los cachorros eran enviados en vuelos comerciales a EEUU, donde se les extraía la droga/Drug Enforcement Administration
Un veterinario está acusado de implantar heroína líquida en cachorros para convertirlos en mulas de droga para una red de traficantes colombianos.
Andrés López Elorez, nacido en Colombia, compareció este martes 1 de mayo ante un tribunal federal estadounidense en Brooklyn tras ser extraditado de España, donde fue detenido en 2015.
López Elorez, de 38 años, huyó en 2005, cuando las autoridades arrestaron a una veintena de presuntos traficantes en Colombia.
Su arresto fue parte de una investigación de 12 años de la DEA -la Administración para el Control de Drogas de EEUU-.
López Elorez se enfrenta a una condena mínima de diez años y máxima de cadena perpetua de resultar culpable.
"Como se alega en la acusación, López Elorez no sólo es un narcotraficante, sino que traicionó su juramento de veterinario de evitar el sufrimiento de animales cuando usó sus destrezas de cirugía en un cruel esquema para el contrabando de heroína en el vientre de los cachorros", señala en el comunicado el fiscal federal en Brooklyn, Richard Donoghue.
Las autoridades alegan que entre septiembre de 2004 y enero de 2005 Elorez fue miembro de una red colombiana de contrabando de heroína a los EEUU, utilizando varios métodos, incluyendo mensajeros humanos y de perros.
Se cree que los cachorros fueron enviados en vuelos comerciales a Nueva York, donde les extraían las drogas. Los investigadores creen que los cachorros habrían muerto en el proceso, pero se desconoce cuántos estaban involucrados.
Diez cachorros fueron encontrados durante una redada en 2005 en una granja en Colombia, señalan las autoridades de la DEA.
Cinco terminaron huyendo, tres murieron de una infección y dos fueron adoptados, incluyendo uno que se convirtió en un perro detector de drogas para la policía colombiana, dicen las autoridades.
"Con el tiempo, la insaciable sed de ganancias de las organizaciones de narcotraficantes las lleva a cometer crímenes impensables como el uso de cachorros inocentes para ocultar drogas", dijo el jefe de la división de Nueva York de la DEA, James Hunt.
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