Científicos reconstruyen una extraña raza de vaca con cara de bulldog
La vaca ñata era una variedad de bóvido argentina observada por Darwin y que se extinguió a principios del siglo XX.
Cuando Charles Darwin se bajó del Beagle en Argentina hace 180 años, se habría encontrado cara a cara con una extraña y desairada vaca. Criada - a diferencia de los bulldogs - para tener una cara plana, la niata era una raza que sólo se encuentra en América del Sur.
Extinto desde principios del siglo XX, los científicos finalmente han examinado detalladamente esta rareza bovina, utilizando técnicas genéticas y anatómicas para averiguar qué aspecto tenía en realidad, dónde encajaba en relación con otros bovinos y si su cara comprimida habría causado problemas respiratorios.
Al publicar sus resultados en 'Scientific Reports', los investigadores esperan que su trabajo pueda ser utilizado para salvar a otros animales únicos al borde de la extinción.
Cuando Darwin emprendió sus ya famosos viajes por Sudamérica y el Pacífico, vio la niata -o ñata- cuando exploró las La Pampa y la campiña que rodea Buenos Aires. El curioso naturalista escribió sobre el niata, haciendo preguntas sobre sus posibles orígenes, cómo se relacionaban con otras razas, y qué impacto tuvo la extraña anatomía de la criatura en su estilo de vida.
Pero hasta ahora, muchas de esas preguntas han permanecido sin respuesta, en gran parte porque la criatura desapareció hace unos cien años. "Hasta ahora no se ha hecho ningún intento de utilizar métodos nuevos y útiles para entender la anatomía y la evolución de esta peculiar vaca. Utilizamos genética, imágenes no invasivas y análisis biomecánicos inspirados en la ingeniería, herramientas que no estaban disponibles en la época de Darwin", explica el coautor Marcelo Sánchez-Villagra.
El equipo pudo confirmar una de las predicciones más antiguas de Darwin: la niata era una verdadera raza de ganado. Esto significa que las características distintivas del animal se conservan a lo largo del tiempo; incluso sin la cría selectiva, seguirían teniendo una cara plana.
"Ahora también sabemos que la niata era una raza única entre los bovinos por su hocico corto y su mordida corta, una anatomía que dio lugar a diferencias en la forma en que funcionaban algunos de los mecanismos de alimentación", dice la coautora, la doctora. Laura Wilson.
Al estudiar los pocos esqueletos de ganado niata que sobreviven en los museos, el equipo pudo analizar la anatomía de las vacas. Se podría suponer que, al igual que el bulldog, el acortamiento de la cara habría aplastado la cavidad nasal y dificultado la respiración del ganado, pero los investigadores demostraron que esta submordida, de hecho, no afectaba la región de la nariz.
Todavía no se sabe por qué la raza se extinguió al final, pero los investigadores especulan que, al igual que con muchas otras razas raras de ganado, es posible que los agricultores simplemente hayan preferido otras razas que eran más fáciles de mantener y tenían mejores rendimientos.
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