jueves, 25 de abril de 2024 03:13
Internacional

5 cosas que las mujeres aun no pueden hacer en Arabia Saudita

Ya pueden conducir, pero las mujeres del reino de Saud todavía viven con muchas prohibiciones y limitaciones.

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Mujer musulmana


Ya pueden conducir, pero las mujeres del reino de Saud todavía viven con muchas prohibiciones y limitaciones.


El rey Salman y el príncipe Mohammed bin Salman instauraron en 2016 un conjunto de reformas titulado 'Visión 2030', que tiene como objetivo hacer la economía menos dependiente del petroleo y, de forma simultánea, modernizar la sociedad.


Las mujeres saudíes ya pueden conducir. Esta apertura se une a la posibilidad de ir a un estadio de fútbol o al cine (las cadenas de cines son también una novedad en el país), pero la igualdad de género continúa siendo una expresión exótica en Arabia Saudita.


¿Qué está vedado o limitado a las mujeres en Arabia Saudí?


VESTUARIO


Las saudíes están obligadas a vestir en público abayas (una especie de bata que cubre sus ropas), complementadas no por una ley sino por la fueza de las costumbres de un hijab (un velo que cubre la cabeza) y de un niqab (que cubre el rostro, con una abertura en los ojos).


VIAJAR, ABRIR UNA CUENTA BANCARIO O CASARSE


Las mujeres no tienen libertad para tomar ciertas decisiones importantes en su vida por ellas mismas. Cada mujer tiene un guardián (wali) que tiene que dar permiso para que se puedan casar, viajar o abrir una cuenta bancaria, a pesar de que en la actualidad ya es posible para las saudíes el acceso a algunas profesiones sin necesidad de autorización masculina.


IGUALDAD FRENTE A LA LEY


En el caso de responder antes las autoridades judiciales, el testimonio de una mujer vale la mitad que el de un hombre.


Arabia Saudi levanta prohibiciu00f3n conducir mujeres


CUSTODIA DE LOS HIJOS


Las madres solo pueden quedarse con los hijos hasta los siete años, en el caso de los varones, o nueve, sin son mujeres, cuando se divorcian.


RELACIONARSE CON LOS HOMBRES


Hablar con alguien del sexo opuesto que no sea del círculo familiar no es una tarea fácil. En público, restaurantes o universidades, por ejemplo, los hombres están en un lado y las familias en otro. 

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