¿Es malo para tu salud trabajar a distancia?

Imagínate levantarse de la cama por la mañana y, en lugar de correr para salir por la puerta y enfrentarse al tráfico matutino, podrías salir a correr o prepararte un buen desayuno. Es el tipo de sueño que todo oficinista encadenado a su escritorio tiene de vez en cuando. Y para muchos, ese sueño se ha convertido en una realidad.

Después de la Gran Recesión y el surgimiento de la economía de los conciertos impulsados por las aplicaciones, cada vez más trabajadores estadounidenses se han visto alejados de los espacios de oficinas tradicionales y se han visto obligados a tener empleos que les exigen trabajar a distancia, al menos parte del tiempo.

Un estudio de 2016 de Harvard y Princeton encontró que el porcentaje de la fuerza laboral estadounidense empleada en trabajos por cuenta propia u otros tipos de trabajo "alternativos" aumentó de 10,1% en 2005 a 15,8% en 2015. Y una encuesta reciente de Gallup encontró que el 43% de los estadounidenses empleados ahora trabajan a distancia al menos parte del tiempo, con casi un tercio de ellos trabajando a distancia cuatro días a la semana o más.

Estos cambios trascendentales en la forma en que los estadounidenses trabajan han generado muchas investigaciones nuevas sobre los efectos en la salud de los empleos a distancia y el autoempleo. Las pruebas más recientes muestran que los llamados acuerdos laborales "alternativos" conllevan tanto beneficios como riesgos.

Las buenas noticias: Es probable que los trabajadores a distancia que también trabajan por cuenta propia experimenten mayores niveles de satisfacción en el trabajo y bienestar que sus compañeros en roles laborales tradicionales, dice Peter Warr, profesor emérito del Instituto de Psicología del Trabajo de la Universidad de Sheffield en el Reino Unido. 

Asumiendo que los ingresos de una persona que trabaja por cuenta propia son adecuados -y esa es una suposición muy grande- su libertad para establecer su propio horario es un gran benefactor de la felicidad relacionada con el trabajo, sugiere la investigación de Warr.

Pero es importante diferenciar entre lo que los investigadores llaman autoempleo de "necesidad" y autoempleo de "oportunidad". "Los trabajadores independientes por necesidad son personas que perdieron un trabajo, se pelearon y se convirtieron en trabajadores independientes para ganarse la vida", dice Irvin Schonfeld, profesor de psicología en el City College de Nueva York y en el Centro de Graduados de CUNY. 

Por otro lado, los "trabajadores autónomos de oportunidad" son aquellos que tomaron la decisión de dejar sus trabajos tradicionales en el lugar de trabajo, dice.

Muchas personas son probablemente una mezcla de ambas categorías. Hay quienes pueden haber considerado hacerlo solos, pero no estaban dispuestos a dar el salto hasta que un trabajo perdido los forzó a hacerlo. Pero en cualquier caso, Schonfeld dice que la necesidad de la gente que trabaja por cuenta propia "puede ser un poco más vulnerable porque puede que no prefieran la autonomía que viene asociada con el trabajo".

Schonfeld es coautor de un estudio reciente sobre el estrés entre los trabajadores autónomos que dirigen negocios en solitario. Al hablar con las personas del estudio, dice, las quejas más comunes que escuchó tenían que ver con la inseguridad de ingresos. 

"No saber lo que podría pasar con sus ingresos en dos o tres meses era una gran fuente de ansiedad", dice. La falta de una seguro de salud asequible era también una preocupación mencionada con frecuencia".

La inestabilidad de los ingresos y el escaso acceso a servicios de salud asequibles se han vinculado a la reducción de la salud física y mental. También hay pruebas de que algunos trabajadores autónomos "se comprometen en exceso" a trabajar y tienen dificultades para desconectarse o relajarse, lo que, según ellos, afecta negativamente a su salud mental.

Pero en general, los efectos de salud del trabajo por cuenta propia parecen variar de una persona a otra y, al igual que los trabajos de oficina, pueden ser positivos o negativos.

¿Qué pasa con los empleados de la empresa que tienen roles y beneficios tradicionales, pero que hacen su trabajo a distancia? Una vez más, la investigación es mixta.

Una encuesta reciente (aunque realizada por una compañía de computación en nube) encontró que los trabajadores a distancia son mucho más propensos a hacer ejercicio y comer bien que sus colegas de oficina.

Tampoco faltan pruebas que vinculen los largos viajes al trabajo con el estrés, la hipertensión, los dolores y molestias y otros problemas de salud. Si el trabajo a distancia saca a la gente del tráfico en la hora punta, eso es indudablemente algo bueno.

Por otro lado, una investigación de la Universidad de Cornell encuentra que los trabajadores remotos están en mayor riesgo de sentirse personal y profesionalmente aislados que sus colegas en la oficina. El aislamiento social se ha asociado con aumentos significativos tanto en el riesgo de mortalidad como en el riesgo de ataque cardíaco o accidente cerebrovascular. Otra investigación había relacionado el aislamiento social con la depresión y los problemas para dormir.

Pero para aquellos trabajadores a distancia que disfrutan de fácil acceso a amigos, familiares u otros colegas que también trabajan a distancia, los riesgos para la salud parecen mínimos. 

"No creo que se pueda decir que sea necesariamente más o menos saludable", dice Schonfeld sobre el trabajo a distancia. Tanto los roles en el hogar como en el consultorio tienen sus ventajas y desventajas, y mucho depende de las necesidades y circunstancias únicas de la persona, dice.

Basado en la literatura científica, parece que una mezcla de ambos ambientes de trabajo puede ser óptima: unos pocos días a la semana en la oficina para colaborar y relacionarse con los compañeros de trabajo y el resto en casa para realizar las tareas de trabajo mientras se tiene tiempo para el ejercicio y comidas más saludables.

Si puedes encontrar ese tipo de condiciones laborales, o uno que te permita cierta autonomía y acceso regular a amigos o colegas, considérate afortunado.