¿Quién quiere votar a Vox?

Por primera vez desde la Transición, el espacio político de la derecha ha volado por los aires. Tres fuerzas distintas --PP, Ciudadanos y Vox-- compiten por seducir a un elector que quiere impuestos bajos, unidad nacional y poca intromisión de los políticos en sus asuntos personales.

El último de estos partidos tuvo una espectacular puesta de largo el último domingo. Se les acusa de ultraderechistas, criptofascistas, franquistas o fachas. Pero, ¿qué propone Vox y qué es lo que seduce del "partido verde" a cada vez más españoles?

INMIGRACIÓN Y EUROESCEPTICISMO

Vale la pena recordar que cuando hace cuatro años apareció Vox, lo hizo como una escisión del PP liderada por Alejo Vidal-Quadras y Santiago Abascal --su actual líder-- que pedía regresar "a los orígenes" de la formación. Con un Pablo Casado decidido a realizar esta operación, Vox ha hallado en otros dos asuntos un nuevo caladero de votos: la inmigración irregular y el rechazo de la Unión Europea.

Sin duda, el ascenso de la Lega en Italia ha allanado el camino para la mano dura que Vox reclama en inmigración. Su receta es sencilla: cierre de fronteras, deportaciones, limitar la inmigración musulmana. En el sur de España y en la costa levantina, estas medidas están calando en grupos de electores que ven con preocupación la política de puertas abiertas que el propio Ejecutivo tuvo que rectificar en julio.

La propuesta euroescéptica quizá sea la más novedosa de la formación derechista. Encuesta tras encuesta, España se demuestra como uno de los países de la Unión donde los ciudadanos nos sentimos más a gusto con las instituciones europeas. De hecho, Vox jamás incluyó el euroescepticismo entre sus propuestas originales.

Pero a raíz de sus vinculaciones con Bannon y con el resto de formaciones identitarias de Europa, el partido ha pegado un volantazo hacia estas posiciones.

EL SEPARATISMO COMO GRAN CATALIZADOR

Es evidente que el independentismo se ha convertido en una gran fábrica de producir españoles conscientes de sus derechos. Y, algunos de ellos, piden algo más de "caña" contra el órdago del separatismo.

Vox ofrece a estos electores que piden mano dura todo lo que quieren: un patriotismo avasallador, una actuación decidida en los tribunales contra el desacatamiento del Tribunal Constitucional del año pasado y una forma franca y algo brutal de encarar el problema. Además, es el único partido nacional que propone cambiar de raíz el Estado de las Autonomías para avanzar hacia un Estado centralizado.

¿CUÁLES SON SUS EXPECTATIVAS?

Algunos analistas consideran que no hay espacio para un partido como Vox en España. Sin embargo, la experiencia de los países de nuestro entorno desmienten esta idea. Demócratas Suecos, el Frente Nacional, la Liga Norte, el Partido de la Libertad... son solo algunas de las marcas que copan los parlamentos nacionales del resto de Europa.

La gran prueba de fuego de Vox será en las próximas europeas, donde tendrán más fácil que en unas municipales lograr el altavoz que necesitan de cara a obtener representación en unas futuras elecciones generales. Veremos entonces si en España también contamos en nuestro Parlamento con una fuerza antiinmigración, antiEuropa y anticorrección política o, como se dijo en los 60, Spain is different.