Una válvula mágica que hace maravillas con el motor de gasolina

Un pequeño motor eléctrico controlado digitalmente acciona cada una de las válvulas por separado y puede abrirlas más, menos, durante el tiempo que sea necesario. E incluso hacerlos retroceder...

Las unidades motrices que nos han servido tan bien en los últimos años son cada vez más víctimas de una persecución constante y, en cierta medida, merecida, porque aunque están lejos de ser el principal contaminador del planeta en términos de CO2, la realidad es que aportan una proporción significativa de dióxido de carbono. El gas no contaminante por sí solo es la causa principal del calentamiento global que amenaza nuestro modo de vida.

Durante mucho tiempo se ha intentado reducir el consumo y las emisiones de este tipo de motores, pero siempre en pequeños porcentajes y "más para que los ingleses lo vean", es decir, más para engañar a las formas teóricas de determinar el consumo (y las consiguientes emisiones) que el volumen real de combustible quemado por estos motores. Pero están surgiendo nuevas tecnologías que nos permiten dar un salto importante en términos de resultados prácticos y, aparentemente, eso es lo que proponen los británicos de Camcon Automotive.

Si es a través de las válvulas que respira el motor de combustión, el objetivo de Camcon es acabar con la tiranía del cigüeñal, que controla directamente el movimiento de las válvulas. En lugar de abrirse y cerrarse cuando la rotación del motor lo permite, los técnicos británicos han sido capaces de encontrar una forma de abrir y cerrar cuando lo desean, es decir, cuando es mejor para el motor, maximizando la potencia y reduciendo el consumo.

Este aparente milagro se logró a expensas de la digitalización de las válvulas, que ahora son accionadas por un motor eléctrico controlado digitalmente y que, por lo tanto, pueden disfrutar de infinitos ajustes en términos de tiempo de apertura y cierre, período de apertura y carrera.

Llamada Tecnología Inteligente de Válvulas (IVT), la solución recomendada por Camcon nos permite tener el cruce de válvulas de un motor de competición, en un momento dado, de donde se extrae más potencia, para el siguiente instante el cruce y apertura son mínimos, reduciendo la potencia, pero también la necesidad de combustible, ideal para cuando circulamos a un ritmo de marcha.

No es la primera vez que se prescinde del control de las válvulas desde el cigüeñal, pero esta vez la solución encontrada es más sencilla, económica y funcional. Los técnicos de Camcon, que han estado trabajando en la base de un motor de gasolina de Jaguar Ingenium, anuncian que han conseguido enormes reducciones de contaminantes, y que el IVT también ha conseguido que un motor de gasolina consuma tanto como uno diésel, es decir, una caída de hasta un 20%.