El presidente filipino Rodrigo Duterte admite haber manoseado a una adolescente
Duterte suele hacer comentarios frívolos sobre la violación y la agresión sexual. Admitió haber tocado a una de las empleadas domésticas de su familia cuando era un adolescente.
El presidente filipino Rodrigo Duterte se enfrenta una petición de dimisión tras unos comentarios "profundamente perturbadores" en los que admitió haber tocado a una de las empleadas domésticas de su familia cuando era un adolescente.
Duterte, que tiene un historial de hacer comentarios frívolos sobre la violación y la agresión sexual, lo comentó durante un discurso en la ceremonia de entrega de los Certificados de Propiedad de la Tierra en Cotabato, mientras contaba una confesión que le hizo a un sacerdote.
El presidente describió cómo entró en las habitaciones de una de sus sirvientas mientras ella dormía.
"Levanté la manta... intenté tocar lo que había dentro de la braga", dijo Duterte, informa Agency-France Presse.
"Me estaba tocando. Se despertó. Así que me fui de la habitación." Duterte agregó que le dijo al sacerdote que regresó a la habitación y una vez más intentó agredir a la criada.
El partido político por los derechos de las mujeres, Gabriela, ha pedido al presidente que se retire por los comentarios, acusándolo de admitir un intento de violación.
"Es muy inquietante, incluso para Duterte, presumir de haber intentado violar a una criada cuando era menor de edad", dijo Gabrials en una declaración, informa 'The Philippine Star'.
"El maníaco de Malacañang ha demostrado que no tenía reparos en violar los derechos de las mujeres, personas de baja estatura, y que las veía como su juguete personal.
"Esta última confesión ha traído vergüenza no sólo a sí mismo sino a toda la nación que confió en él para que lo guiara juiciosamente y con rectitud. Se ha demostrado indigno de su puesto y debería dimitir".
En respuesta a las críticas, el portavoz de Duterte, Salvador Panelo, había "inventado" y "añadido y empalmado" la historia.
"Ha inventado una anécdota ridícula para dramatizar el hecho del abuso sexual que se les infligió a él y a sus compañeros cuando estaban en la escuela secundaria", dijo Panelo.
En otras partes del discurso, Duterte continuó sus ataques contra la Iglesia Católica, sugiriendo que debería tratar con sus acusaciones de abuso infantil antes de decirle cómo gobernar el país.
Sacerdotes y obispos de la iglesia han criticado la actual "guerra contra las drogas" de Duterte en el país, que ha dejado miles de muertos.
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