Los candidatos batallan por los pactos postelectorales

Y tras la calma chicha, llegó la tempestad. Si el primer debate electoral en TVE fue un remanso de paz en el que incluso el moderador solicitó a los políticos que entraran en el cuerpo a cuerpo, la vuelta en Atresmedia ha sido un todos contra todos en el que han saltado algo más que chispas entre los candidatos.

Los cruces dialécticos han intentado restañar las principales brechas de votantes entre partidos. Por un lado, Rivera y Casado han rivalizado para hacerse con el liderazgo del espacio del centroderecha. A su vez, se han repetido los rifirrafes entre Rivera y Sánchez: en el caso del primero, para reivindicarse como referente de una socialdemocracia liberal, en el caso del segundo, como un candidato que puede amparar a los votantes de centro. Por último, Iglesias le ha practicado al PSOE la crítica con guante de seda que puso en práctica en la cadena pública.

GRESCA DESDE EL PRIMER BLOQUE

El primer bloque del debate electoral, dedicado a las políticas económicas, se ha inaugurado con uno de los momentos estelares de la noche. Albert Rivera ha sacado una copia de la tesis doctoral del presidente del Gobierno para acusarle de mentir, y éste le ha respondido regalándole el libro del presidente de Vox, Santiago Abascal, "para que conozca los planteamientos políticos de sus aliados".

"He traído un libro que usted no ha leído, es su tesis doctoral", ha dicho Rivera. El líder de Ciudadanos ha llegado a poner el ejemplar sobre el atril de Sánchez y ha mencionado que un software antiplagio detectó en el texto un nivel de plagio del 21 por ciento.

"Lea el de Abascal", le ha respondido Sánchez, entregándole el libro que éste ha escrito con Fernando Sánchez Dragó, mientras Rivera le decía que le veía "nervioso". "No quiere que digamos que pactó con los independentistas o que tiene una tesis que es mentira, que juzguen los ciudadanos que nos ven si miente o no miente", ha remachado.

Catalunya ha estado presente desde el comienzo del debate, pese a que este estaba pensado para debatir sobre asuntos programáticos como empleo, tal y como habían pedido los moderadores y ha recordado Pablo Iglesias.

En cuanto a ocupación, Casado se ha sentido en todo momento confiado y le ha echado en cara a Sánchez el legado de Zapatero, además de preguntarle si también mienten el exministro socialista Carlos Solchaga, cuando critica sus políticas, o las advertencias sobre la economía de la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional o el Banco de España. "El PSOE nunca ha creado empleo", ha concluido Casado.

Las pensiones también se han colado en el debate. El líder socialista ha advertido de que los modelos que defienden PP y Ciudadanos caminan hacia la privatización de las pensiones y se ha comprometido a promover una reforma de la Constitución para "blindar" el carácter público de las pensiones. A Iglesias le ha sabido a poco y ha retado a Sánchez a que sea más ambicioso y se comprometa a vincular por ley la revalorización de las pensiones en función del Índice de Precios al Consumo (IPC).

Casado, por su parte, ha afirmado que el PSOE "nunca" ha sido capaz de crear empleo, ha recordado que Sánchez, siendo diputado, votó a favor del "hachazo histórico" que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero acordó entre los recortes de 2010 y que incluían la congelación de las pensiones, salvo las mínimas.

PP Y CS, DISTANCIADOS EN ABORTO Y EUTANASIA

El que más ha disparado en todas direcciones ha sido Albert Rivera, que ha destacado cómo la línea liberal de Ciudadanos colisiona con los postulados conservadores del Partido Popular. Para ilustrar esta idea, ha usado el debate sobre el aborto y la eutanasia, asuntos en los que ha reconocido que mantiene distancias con los populares. "El dolor no entiende de ideologías, ni la caridad", ha rematado Rivera.

Por otro lado, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha sido quien ha mostrado una actitud más propositiva --aunque sin especificar cifras-- y menos propensa a la confrontación directa con el resto de candidatos. El líder de Podemos ha defendido la educación infantil gratuita de 0 a 3 años, permisos de paternidad y maternidad iguales e intranferibles de hasta 24 semanas y una renta garantizada de 600 euros.

La violencia contra las mujeres ha saltado a la palestra en uno de los instantes más broncos de la noche. Además, ha constituido una de las pocas ocasiones en que las siglas de Vox han sido pronunciadas en el plató. Pedro Sánchez ha usado la posición del partido de Abascal en este punto, así como en otros temas como las leyes LGTBI o el aborto, para dar a entender que Rivera se autoproclamaba de centro sin serlo realmente.

En el resto de asuntos sociales tratados (educación, sanidad, inmigración...), la falta de sintonía entre todos los intervinientes ha sido tan o más intensa que en las políticas económicas. Rivera ha vuelto a proponer la tarjeta sanitaria europea y ha criticado la disparidad de leyes educativas, mientras que Iglesias ha reivindicado el estatus público de la educación desde la guardería hasta la universidad.

¿QUIÉN PACTARÁ CON QUIÉN?

El Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha advertido ya en el primer bloque que no tiene entre sus planes pactar con Ciudadanos, mientras que Pablo Casado le ha advertido de que tenga cuidado con Arnaldo Otegi, que ha ofrecido sus votos al PSOE y es un "experto en secuestrar".

Ciudadanos, el otro actor de quien tanto el PP como Podemos presumen que podría juntarse con Sánchez si los números salieran, se ha comprometido una y otra vez en que no piensa investir al líder del PSOE. El fichaje de Edmundo Val, las continuas denuncias de los pactos entre el Gobierno y sus socios de la moción de censura y los ataques directos contra Sánchez han despejado dudas de que, ahora mismo, el "pacto del abrazo" no se reeditará.