La falta de Gobierno deja en el aire los planes de pensiones de empleo europeos
Los planes de pensiones de empleo paneuropeos son instrumentos de ahorro que funcionan como complemento a la pensión pública. En la actualidad su presencia es residual en España.
La falta de Gobierno está paralizando y dificultando la tramitación de muchas transposiciones del reglamento europeo. Entre ellas, la que afecta a los futuros pensionistas.
Hasta que no se constituya un nuevo Ejecutivo, no se podrá empezar a tramitar la transposición del reglamento europeo que permitirá a los futuros pensionistas disfrutar de los planes de pensiones de empleo paneuropeos.
Estos son planes que las empresas podrán ofrecer a sus trabajadores en cualquier país de la Unión Europea.
Los planes de pensiones de empleo paneuropeos son instrumentos de ahorro que funcionan como complemento a la pensión pública. En la actualidad su presencia es residual en España.
Por ahora las empresas que lo ofrecen a sus empleados son grandes compañías de proyección internacional o pequeñas empresas cuando así lo obliga el convenio. Estas suelen recurrir a los planes de pensiones de grandes entidades financieras.
MERCADO EUROPEO HOMOGÉNEO
"Este producto de ahorro, que tendrá la fiscalidad que determine cada país, tendrá unas comisiones más bajas –un máximo del 1%- que las que soportan los planes de pensiones que se comercializan en España, que actualmente se acercan al 2% sumando todos los gastos generales", explica Antonio Banda, consejero delegado de Feelcapital, a ‘Vozpópuli’.
Solo cuando este reglamento europeo esté en vigor en España, las empresas podrán ofrecer planes de pensiones de cualquier gestora europea a sus empleados. Algo que abrirá el mercado y mejorará la oferta.
Una medida que podría beneficiar a más de 9,5 millones de ahorradores en España.
El reglamento europeo y su transposición a la legislación española, hará posible que los futuros pensionistas de cualquier país de la UE pueda acceder a las mismas modalidades de ahorro.
El Banco de España reclama la creación de una autoridad fiscal europea que dicte una política homogénea para toda la UE. Christine Lagarde -sucesora de Mario Draghi al frente del Banco Central Europeo- también ha hecho esta misma reclamación.
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