Abertis se hace con uno de los mayores grupos de autopistas de México
Abertis pone un pie en Norteamérica con su primera gran operación bajo la órbita de ACS y Atlantia
Abertis se ha hecho con el control de Red de Carreteras de Occidente (RCO), una de las mayores empresas de autopistas de México, dado que cuenta con ocho vías que suman 876 kilómetros de longitud, según informó la compañía.
En virtud de la operación, el grupo compra una participación de control del 50,01% en la firma por un importe de 1.500 millones, mientras que su socio en la transacción, el fondo soberano de Singapur GIC, toma otro 20%.
Los dos socios compran así la compañía mexicana a Goldman Sachs, fondo hasta ahora titular del 70% de su capital y sobre el que tenía colgado el cartel de 'se vende'.
Posteriormente, ya en 2020, Abertis y GIC lanzarán una OPA sobre el 30% resto de la sociedad, si bien no pretenden sumar más de un 6% adicional de la empresa que, al precio de la operación, y teniendo en cuenta su deuda, está valorada en 5.000 millones de euros.
En la actualidad, el 30% restante de Red de Carreteras de Occidente (RCO), está en manos de inversores y gestoras de fondos de pensiones mexicanos.
RCO gestiona ocho autopistas de México que suman 876,5 kilómetros de longitud y constituyen una de sus principales redes de pago, dado que conforman el "eje vertebral" de la región centro y occidente del país, y conectan el corredor industrial de México y las ciudades de Ciudad de México y Guadalajara.
Se trata de la primera operación de crecimiento que Abertis aborda desde que ACS y Atlantia se hicieron con su control a finales del pasado año.
Además, permite a la compañía entrar en México y poner así un pie en Norteamérica, mercado donde aún no había logrado posicionarse a pesar de considerarlo estratégico en su política de crecimiento.
La compañía mexicana consolidará globalmente en las cuentas de Abertis y, por lo tanto, en las de Atlantia. La compañía española consolida en el grupo italiano controlado por los Benetton dado que tiene el 50% de su capital más una acción, frente al 30% que ostenta ACS y el 20% de Hochtief.
FINANCIACIÓN DISPONIBLE
En cuanto a la financiación de la operación, Abertis la costeará mediante una combinación de efectivo disponible y préstamos ya existentes.
Se da la circunstancia de que la compañía de autopistas acaba de ingresar 933 millones de euros con el cierre de la venta de Hispasat, un importe que ya apuntó que destinaría a financiar su estrategia de crecimiento. La venta sucede a la de Cellnex el pasado año por unos 1.500 millones.
De esta forma, la compañía que dirige José Aljaro no recurrirá a endeudamiento adicional. A cierre de 2018, Abertis presentaba un pasivo neto de 13.275 millones de euros, importe al que es preciso sumar el 'macrocrédito' de casi 10.000 millones que ACS y Atlantia suscribieron para comprar la empresa y que, posteriormente, traspasaron a su balance.
Con la incorporación de RCO, Abertis eleva a unos 9.500 kilómetros la red de vías de pago que gestiona en quince países de Europa, Latinoamérica y Asia.
REPOSICIÓN DE CARTERA Y PALANCA DE CRECIMIENTO
Según la empresa, las autopistas mexicanas son activos de "excelente calidad" y con "gran encaje estratégico" en el grupo que, con su compra, aumenta la vida media de su cartera de vías y la renueva ante las que próximamente saldrán, como son las españolas AP-7 Tarragona-Alicante y AP-4 Sevilla-Cádiz, que a finales de este año concluyen el contrato de concesión y vuelven al Estado.
Asimismo, Abertis asegura que la entrada en México constituye una "palanca de crecimiento" en el marco del plan estratégico de crecimiento que diseñan sus socios, y con el que "seguirá analizando oportunidades que surjan a medio y largo plazo, tanto mediante su desarrollo como su compra".
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