Las Arcas de Noé: qué son las macroinstalaciones chinas que llegan a España

Tras las medidas drásticas que han acompañado al estado de alarma decretado por el Gobierno, se abre un segundo periodo de desescalamiento durante el cual no puede bajarse la guardia. De hecho, en este tiempo que se abrirá tras el fin del confinamiento de los españoles se está barajando la implantación en España de las llamadas arcas de Noé, las macroinstalaciones chinas que sirvieron para mantener en cuarentena a los ciudadanos que presentaban síntomas de haber contraído el coronavirus.

En España, el ejecutivo de Pedro Sánchez ya piensa en replicar el modelo, pero en vez de crear espacios específicos para resguardar a los enfermos, se está pensando en reutilizar instalaciones que ya existan y que actualmente no tengan uso como hoteles, palacios de congresos o pabellones deportivos. La idea pasa por realizar tests de forma masiva a la ciudadanía y, una vez detectados los positivos, enviarlos a estos recintos para que pasen la cuarentena de forma controlada por profesionales sanitarios.

De ahí que el Gobierno ya ha pedido a todas las comunidades que envíen una relación con los espacios que podrían acondicionar con este propósito. La cifra de infectados por coronavirus en Españaya supera los 131.000 casos, con una cifra de fallecidos por encima de los 13.000.

Sin embargo, hay una duda jurídica que está retrasando esta medida. Algunos juristas alertan de que el confinamiento obligatorio de españoles podría exigir una orden judicial, puesto que la situación de estar ingresado durante semanas y sin contacto con el exterior es muy parecida a la limitación de la libertad de una pena de cárcel o de una orden de prisión preventiva.

«Se estudiarán los criterios médicos para el desescalamiento, donde se estudiará el aislamiento preciso de los asintomáticos. Una voluntariedad manifiesta si fuese precisa sería algo factible. Si no se estudiarán todas las opciones legales, porque el principio fundamental es mantener la salud pública, con exquisito respeto a los derechos fundamentales», señaló el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.