Marlaska justifica la visita de familiares a un preso de ETA y Cs reprocha el trato desigual con víctimas del Covid-19

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha justificado este martes en el Senado que familiares del preso de ETA Iñigo Gutiérrez Carrillo se desplazaran por "carácter humanitario" en pleno estado de alarma con un salvoconducto desde Getxo hasta la cárcel de Picassent, en Valencia, tras el fallecimiento de su padre durante la pandemia de coronavirus.

Ciudadanos (Cs), por su parte, le ha reprochado el trato desigual en comparación con otras familias que no han podido asistir al entierro de familiares al estar limitados los movimientos para evitar la propagación de contagios.

En su respuesta, Grande-Marlaska ha dicho que el motivo para permitir la visita de los familiares de Iñigo Gutiérrez se deben al "derecho penitenciario" aplicable para los 50.000 presos que hay en España, ya que "se aplica con carácter humanitario" y "siempre con un tratamiento igualitario".

El ministro ha sostenido que, sin estado de alarma, el etarra habría tenido como el resto de presos con un familiar fallecido un permiso extraordinario, aunque en esta ocasión "no era factible" y se optó por autorizar que fueran sus familiares los que se desplazaran a la cárcel.

La senadora de Cs Lorena Roldán ha relacionado la visita al preso de ETA con el "pago" por el apoyo de EH Bildu y se ha dirigido al ministro del Interior para afearle que no le dé vergüenza este trato a un etarra y decir, como hizo el pasado viernes en la Comisión de Interior, que las víctimas del terrorismo no se quejan de su política penitenciaria.

"No tenga la desfachatez de justificar sus vergüenzas utilizando a las víctimas del terrorismo", ha señalado Lorena Roldán, que ha cambiado una pregunta genérica sobre la situación de los presos durante la pandemia de coronavirus para hablar de este etarra.

Además, ha mencionado el cese del coronel Diego Pérez de los Cobos motivado, según ella, porque "no le quiso dar" al ministro el informe sobre el 8M y la primera respuesta al coronavirus.