jueves, 28 de marzo de 2024 13:16
Opinión

Grecia: Calma Señores, mucha calma

Manuel Fernando González Iglesias
Manuel Fernando González Iglesias

A Coruña, 1952

El resultado de las elecciones griegas ha provocado un huracán de opiniones encontradas que, a medida que vayan pasando los meses, ganaran o no en intensidad, en función de como se desarrollen los acontecimientos en este país. Aquí, el tema. nos pilla en un año donde tendremos elecciones cada tres meses mas o menos, lo cual ofrece un terreno abonado a la exaltación y a la opinión desmedida.

El resultado de las elecciones griegas ha provocado un huracán de opiniones encontradas que, a medida que vayan pasando los meses, ganarán o no en intensidad, en función de cómo se desarrollen los acontecimientos en este país. Aquí, el tema. nos pilla en un año donde tendremos elecciones cada tres meses mas o menos, lo cual ofrece un terreno abonado a la exaltación y a la opinión desmedida.

Está claro que los griegos ya no aguantan más .Y que han querido decírselo, alto y claro, de forma muy especial, a quienes les asfixian económicamente. Por eso ha ganado Syriza y también han tenido demasiados votos los neonazis de Amanecer Dorado, que han despertado entre los helenos sus peores instintos xenófobos y nacionalsocialistas, como también está pasando ya en Francia con la familia Le Pen y en Alemania con los impresentables de Pegida.

¿Es ésta una revolución que va a prender en países como España, Italia, Portugal y hasta en la progresista Francia?. Solo pasará, si quienes ha provocado esta doctrina neoliberal tan equivocada, se empeñan en cerrarse en banda y convertir a Grecia en mártir de los peores instintos economicistas y tratan de ejemplarizar su poder enviando a los griegos fuera de la Unión y convirtiéndola en un paria económico agravando su día a día.

Aquí, muchos políticos han reaccionado contra Podemos por el preeminente papel que su líder, Pablo Iglesias, ha tenido en la campaña griega de su colega y amigo, Tsipras. Casi todos se han olvidado de que la visita de Mariano Rajoy en apoyo de Samarás, que por haber viajado en su condición de Presidente del Gobierno colocó a nuestro país en el escaparate comparativo de las dos naciones, y por lo tanto, de los resultados que se han producido. Fue un error estratégico tan grande, que uno no acaba de entender quien asesora al de Pontevedra en temas tan delicados como el que hoy nos ocupa.

Finalmente, digamos sin temor a equivocarnos, que Podemos no es Syriza, por la sencilla razón que los seguidores de Iglesias todavía no se han enfrentado a la legitimación de las urnas, algo que Tsipras, si ya lo ha hecho entrando en la pasada legislatura en el Parlamento griego como fuerza de la oposición y gobernando algunos de sus cuadros en algunas regiones de aquel estado. Hoy Podemos tiene detrás de si un potencial electorado muy notable, pero su organización en pueblos, ciudades y autonomías deja mucho que desear, donde se están cometiendo fallos y hasta tropelías, que poco a poco, irán llegando al ciudadano. El no querer acudir en listas separadas a las municipales y presentarse, como en Barcelona, como una lista blanca de Iniciativa y con una cabeza de lista que no es de su propio grupo, quiere decir, que el proceso de maduración política, todavía no se ha consumado y que el electorado y también los tradicionales partidos políticos, a los que Podemos descalifica como "la casta", tienen tiempo más que suficiente para rectificar y volver a conectar con su electorado, o dar un paso más valiente y refundarse con las mismas u otras siglas. Todo está por hacer y Grecia es Grecia, y España es España.

Lo que está claro es que, hoy, la mayoría de los griegos son felices, después de mucho tiempo de sentirse humillados y abandonados, y que a ellos hay que agradecerles que en la City de Londres, en el Deutsche Bank o en el Banco Central europeo no será una jornada tranquila por mucho que sus dirigentes disimulen enfáticamente.

A este periodista no le gustaría que los resultados de Grecia se conviertan en humo de frustración, como ya pasó no hace tanto tiempo con la revolución popular de la Plaza Tharir en Egipto, que un 25 de Enero del 2011 asombró al mundo, y desencadenó toda una serie de caídas de dictaduras en cadena, para luego, quedar como ahora está, con otro general dirigiendo el país, y casi toda la oposición metida en la cárcel, mientras a Mubarak, están a punto de exonerarlo por completo.

Por eso, tras lo que ha pasado en Grecia les hago un ruego, calma Señores, mucha calma.


Manuel Fernando González
Editor Pressdigital y Catalunyapress

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