Hacía tiempo que no había escuchado hablar a Sixte Cambra, presidente del puerto de Barcelona. Ayer, en los Dinars de la Cambra, ante un auditorio interesante, realizó una larga exposición sobre los proyectos, que son muchos, que tiene en marcha para optimizar, aún más, el mejor puerto del Mediterráneo.
Hacía tiempo que no había escuchado hablar a Sixte Cambra, presidente del puerto de Barcelona. Ayer, en los Dinars de la Cambra, ante un auditorio interesante, realizó una larga exposición sobre los proyectos, que son muchos, que tiene en marcha para optimizar, aún más, el mejor puerto del Mediterráneo; de los recursos, tasas, tráfico marítimo y muchas cosas más, sin olvidarse de reclamar más autonomía y poder de decisión a la hora de la aplicación de taxas, de disponer de más recursos económicos, así como la decisión de priorización de los proyectos. Estas reivindicaciones suelen producirse cuando las tomas de dicisiones se hacen a más de seiscientos kilómetros de distancia, pero no es menos cierto que el puerto de Barcelona es uno de los más mimados del litoral español. El relato de su conferencia estaba bien estructurado, perfectamente documentado y trabajado, con elementos muy interesantes, con proyectos ilusionadores, pero ha empleado un tono de voz plano, carente de entusiasmo, calidez y proximidad. Le ha faltado sensibilidad al dejarse en el despacho el agradecimiento público a su equipo directivo que le acompaña, en el día a día, de su trabajo, artífice del 90% de los éxitos de su gestión y que se hallaban presentes en esta conferencia. Son cosas que nunca deben olvidarse porque "dirigir es compartir y agradecer". La plana mayor de la comunidad portuaria también estaba allí presente, escuchando con mucha atención y esperando conocer de primera mano algún mensaje interesado, como suele darse en estos encuentros, pero esto no se ha producido, ¡qué pena!
Lluís Recoder, exconseller, no ha querido perderse tampoco la oportunidad de escuchar a su amigo, Sixte Cambra, y de paso saludar a los empresarios que han acudido a la conferencia y hacer relaciones públicas para su empresa, aunque todo sea dicho, Recoder se ha pasado más de la mitad del tiempo con el móvil entre las manos, y la otra mitad, poniendo cara de aburrirse como una mona, y eso que los datos que daba el conferenciante eran muy interesantes, pero no le acompañaba la forma de explicarlo. Alguien le debería explicar a Sixte Cambra que "tan importante es la forma como el fondo".
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