En libertad con cargos los 5 encapuchados disidentes de la Escuela de Hostelería de Girona

Los Mossos d'Esquadra han dejado en libertad con cargos y a la espera de ser citados judicialmente a los cinco encapuchados que han roto una urna y han provocado incidentes en la Escuela de Hostelería de Girona durante el proceso participativo de este domingo.

Según han informado fuentes de la policía catalana, los cinco encapuchados tienen entre 21 y 34 años, uno es vecino de Girona y de los otros cuatro consta domicilio en los municipios gerundenses de Sant Hilari Sacalm, Les Planes d'Hostoles, Vilafant i Vilajuïga.

Los Mossos han detenido a los hombres, que también han roto platos y han empujado a los ciudadanos que se encontraban en el instituto, por daños, lesiones y desórdenes y tendrán que acudir ante el juez cuando sean citados.

Los cinco encapuchados han sido detenidos por la policía catalana, en colaboración de la Policía Local de Girona, cuando huían después de irrumpir en la escuela al grito de 'Viva España' y haber destrozado una urna a patadas.

Los cinco encapuchados habían huido después de irrumpir en la escuela gerundense al grito de 'Viva España', y haber roto una urna a patadas, y efectivos de los Mossos y de la Policía local han montado un dispositivo para encontrarles.

A dos de ellos, les han encontrado andando en las inmediaciones del local, mientras que los otros tres habrían huido en un Audi negro, que se encontraba aparcado en el centro de Girona.

Los detenidos, que se espera que próximamente queden en libertad con cargos, han sido acusados de un delito de incitación a la violencia, odio y discriminación.

El suceso ha tenido lugar sobre las 11.30 horas, cuando los disidentes se han abierto paso entre los votantes con empujones y han roto platos y objetos de la escuela.

Las personas que estaban en el punto de participación han tratado de detener a los encapuchados, y finalmente han retenido a dos de ellos, a quienes finalmente han dejado marchar antes de que llegaran los Mossos d'Esquadra.

Votantes, voluntarios y organizadores han conseguido echar a los encapuchados del equipamiento, y han vuelto a la normalidad del instituto de hostelería y turismo gerundense.