El Juez Vidal

No está nada mal el trabajo que el Juez Vidal le está haciendo al Govern del Generalitat, supongo que en sus horas libres y sin cargo para las muy menguadas finanzas catalanas, con el que procura que el 9N sea, sobre todo, un éxito jurídico que permita celebrar la consulta y, de paso, impida que el Constitucional meta en un brete legal al actual President, que se la está jugando toda a esta penúltima carta electoral.

No está nada mal el trabajo que el Juez Vidal le está haciendo al Govern del Generalitat, supongo que en sus horas libres y sin cargo para las muy menguadas finanzas catalanas, con el que procura que el 9N sea, sobre todo, un éxito jurídico que permita celebrar la consulta y, de paso, impida que el Constitucional meta en un brete legal al actual President, que se la está jugando toda a esta penúltima carta electoral.

Envalentonado por la decisión tomada por el Consejo General del Poder Judicial, que fue incapaz de ponerse unánimemente de acuerdo en cuanto a su continuidad profesional en el mundo judicial español que tanto detesta, Don Santiago, dicen lo que están mejor informados su vida y hazañas, ya tiene prácticamente concluida su "obra maestra": La constitución de la Catalunya independiente. Un texto de 97 artículos en el que lleva trabajando desde hace un año junto a una decena de juristas y que espera presentar en el próximo mes de enero.

Se supone que antes de estas fechas, el órgano rector de los jueces habrá ya tomado una decisión definitiva sobre la continuidad en la carrera de su prestigioso colega, que sigue cobrando la Hacienda española mientras intenta "en privado" que la España constitucional se rompa por el nordeste, una conjunción kafkiana que solo es posible en este país de incompetentes intelectuales.

Si les soy sincero, creo que el Juez Vidal se irá antes de que lo echen sus momificados "colegas", dejando a éstos con un palmo de narices mientras la gente de la calle se los mira a ambos con cierta desidia, porque tanto abuso de "casta dominante" ya empieza a aburrirnos a todos.