¿Llista de país o Llista per la independència?

No estoy de acuerdo con el eslógan "Llista de país" que pretenden colarnos por la escuadra aquellos que han sido incapaces de convocar "su referéndum" el próximo 9N, por la sencilla razón de que los que no somos independentistas y pagamos nuestros impuestos y también generamos empleo en Catalunya formamos, mal que le pese al Señor Junqueras, al Señor Homs, a la Señora Forcadell y hasta Monseñor Novell que en la iglesia esté, parte de este país o nación llamado Catalunya, del que formamos parte junto a nuestros padres, hijos y nietos.

No estoy de acuerdo con el eslógan "Llista de país" que pretenden colarnos por la escuadra aquellos que han sido incapaces de convocar "su referéndum" el próximo 9N, por la sencilla razón de que los que no somos independentistas y pagamos nuestros impuestos y también generamos empleo en Catalunya formamos, mal que le pese al Señor Junqueras, al Señor Homs, a la Señora Forcadell y hasta Monseñor Novell que en la iglesia esté, parte de este país o nación llamado Catalunya, del que formamos parte junto a nuestros padres, hijos y nietos.

Si ustedes, señores "per la independència", en su legítimo derecho desean configurar una lista unitaria que se someta al dictamen de las urnas para, a continuación, declarar desde "la mayoría aclapadora" que manifiestan tener, hacer "una declaración unilateral de independencia", pues háganlo, si la ley se lo permite, porque forma parte del juego político que todos nos hemos concedido con el advenimiento de la Democracia. Pero, por favor, utilicen el nombre que les corresponde, que entiendo no es otro que es el de "Llista per la independència", o si lo prefieren, "Llista unitària per la independència", que tampoco está mal.

No nos discriminen a los federalistas, españolistas o unionistas, como nos llaman despectivamente, que ésta es una sociedad plural, multirracial y hasta multicultural que, por cierto, es lo que se lleva en los países más avanzados del mundo. El que se uniformicen tantas ideologías contrapuestas por las que algunos trabajadores y trabajadoras dieron en el pasado hasta su vida o pasaron por la cárcel, debe ser responsabilidad de quienes lo promueven. Allá ellos. A mí, personalmente, eso me escama mucho porque me refresca la memoria en la que no me es muy difícil encontrar cosas muy parecidas y muy preocupantes. Pero si ha de ser así porque lo quiere una parte de los catalanes, no tengo otra que respetarlo y no compartirlo.

Ahora bien, si el Gobierno de España, sea el que sea, ve esas cosas, no me extrañaría nada que promoviera también una mayoría parlamentaria semejante para defender lo que ha puesto hasta hace poco delante del President de la Generalitat como línea roja insuperable: La indivisibilidad del Estado. Y si eso sucede, alguno de esos políticos que quieren romperla, incluso llorando amargamente delante de un micrófono, ¿puede garantizarnos que ese paso tan profundo se puede dar pacíficamente?