Fesoca denuncia que los alumnos sordos no tengan intérpretes la mitad del horario lectivo

La Federación de Personas Sordas de Catalunya (Fesoca) ha deplorado que los estudiantes catalanes sordos sólo dispongan de intérpretes de lengua de signos catalana en el 50% del horario lectivo.

"Las personas sordas tenemos ganas de ir a la universidad, de formarnos y de trabajar tanto como cualquier otro ciudadano", ha valorado el presidente de Fesoca, Antonio Martínez, a través de un comunicado.

Martínez ha alertado de la problemática que actualmente afecta a los estudiantes sordos en Catalunya, una situación que recientemente ha llevado a los afectados a reivindicar en el Parlament su derecho a utilizar la lengua de signos catalana como vehicular en la enseñanza.

Por ello, Martínez ha reclamado a la consellera de Enseñanza de la Generalitat, Irene Rigau, que "defienda la lengua de signos catalana del mismo modo que defiende el catalán", además de pedir una mayor atención del colectivo de estudiantes sordos.

También ha avisado de que las personas con discapacidad son "las grandes olvidadas de esta crisis económica y política", por lo que ha celebrado que la Generalitat esté tramitando una ley de accesibilidad.

Aún así, se ha mostrado preocupado por la aplicación de la nueva normativa y ha pedido que se creen mecanismos jurídicos eficaces que garanticen su correcto despliegue, ya que "muchas de las denuncias relacionadas con la discapacidad se archivan o no se procesan".

BARRERAS DE COMUNICACIÓN

Pese a que la Ley de lengua de signos catalana se aprobó hace tres años por unanimidad, las personas sordas "siguen encontrando a diario barreras de comunicación", ha afirmado Martínez.

"Cada vez que acontece una emergencia o una noticia de interés general, tenemos que insistir a las televisiones para que incorporen el intérprete de lengua de signos y el subtitulado", ha concretado.

Por ello, ha pedido sanciones para el incumplimiento de la legislación "por la vía de urgencia", teniendo en cuenta que hay colectivos como las mujeres sordas que sufren violencia de género que no disponen de intérpretes cuando van a comisaría a denunciarlo, según Martínez.