viernes, 29 de marzo de 2024 02:53
Politica

Sánchez: "Señorías, ¿por qué no podemos poner esto en marcha la próxima semana?"

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, encara desde este martes el debate de investidura en el Congreso con el único apoyo de los 40 diputados de Ciudadanos. Junto a los del Grupo Socialista, el del diputado de Nueva Canarias y el de la diputada de Coalición Canaria, suman un total de 132 'síes'

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El debate de investidura del candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, ha arrancado este martes a las cuatro y media de la tarde como estaba previsto. Un debate en el que Se trata del primer debate en esta legislatura. También se estrena el presidente de la Cámara, Patxi López, quien ha recordado a los invitados que no pueden aplaudir ni reprobar con gestos los discursos que se escuchen en el hemiciclo.


La secretaria primera del Congreso, Alicia Sánchez Camacho, ha sido la primera en hablar desde la tribuna desde donde ha dado lectura de la propuesta del candidato firmada por el Rey Felipe VI.


El aspirante a La Moncloa ha subido a la tribuna de un Salón de Plenos en el que, por primera vez, los diputados de los distintos grupos ocupan los escaños que se les ha asignado para toda la legislatura. Los miembros del Gobierno en funciones, con el presidente Mariano Rajoy a la cabeza siguen la sesión desde el 'banco azul'.


Sánchez ha arrancado su debate recordando a todos los asistentes que "no estamos en campaña electoral" y que "salir de esta cámara sin acuerdo significará que habremos hecho mal nuestro trabajo"


El líder de los socialistas ha recordado al hemiciclo que no tiene los apoyos suficientes para superar la investidura, por eso, invoca “un compromiso por el diálogo y por el acuerdo”. Sánchez ha destacado que “una cesión no es una derrota sino un puente hacia el entendimiento”. “Es hora de abrir un tiempo de tolerancia y de respeto”. 


Pedro Sánchez ha incidido en que si está hoy defendiendo su candidatura es porque el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, declinó la oferta del Rey para someterse en primer lugar a la investidura. "No entendí el encargo del Rey Felipe VI como una invitación que pudiera rehuir, sino como un deber ineludible", ha señalado.


Ha indicado que el Partido Popular les ha ofrecido conformar una gran coalición, a la que Sánchez ha dicho que el PSOE ha rechazado porque es incompatible. "Es momento de una nueva forma de hacer política", ha remachado.


"MESTIZAJE IDEOLÓGICO"


Sánchez ha expuesto que un acuerdo necesario para lograr su investidura pasa por hacer "mestizaje ideológico". Por eso, el líder socialista ha destacado que su partido defiende "posturas en las que no hay líneas rojas". "Los españoles saben lo que los socialistas queremos", ha añadido, aludiendo a la protección de los derechos de la ciudadanía, la igualdad de todos los españoles y la persecución y castigo a los corruptos.


"Tras el escapismo del señor Rajoy, el PSOE tenía que elegir", ha continuado Sánchez, que ha incidido en la idea de que España necesita un Gobierno "del bien común. Un proyecto político que resulte aceptable más allá de ideologías", ha añadido.


Pedro Sánchez ha querido agradecer el apoyo que recibirá de Ciudadanos. "Quiero dar públicamente las gracias por su valentía", ha anunciado en el hemiciclo, agradeciendo que Albert Rivera y su partido hayan firmado el acuerdo con los socialistas. 


Sin embargo, ha insistido en que los apoyos con los que hasta ahora cuenta no son suficientes, mensaje dirigido a Podemos: "No suma, lo siento pero no suma, la izquierda no ha conseguido en estas elecciones el número de diputados suficiente para conformar un gobierno de un único color político".


"CINCO GRANDES DESAFÍOS"


"¿Por qué no podemos poner esto en marcha la próxima semana?". Así ha arrancado la segunda parte del discurso de Pedro Sánchez, centrado ya en la exposición de su programa de Gobierno, que espera contentar al resto de fuerzas de izquierdas. 


El aspirante a la presidencia del Gobierno ha asegurado que España se enfrenta a "cinco grandes desafíos" y ha situado el primero de ellos en la creación de empleo, seguidos de la desigualdad, la regeneración democrática y el combate contra la corrupción, así como el papel de España en la UE y resolver la crisis de convivencia que sufre en Cataluña.


En el plano económico, Sánchez ha basado su programa en tres pilares. El primero sería “negociar con Bruselas un nuevo calendario del déficit público”, en el que haya una flexibilización de los objetivos de déficit. El candidato a la Presidencia ha recordado que desde Bruselas se ha alertado que España no cumplirá los objetivos marcados.


El segundo pilar sería “renunciar a que el ajuste sea a costa de recortar el estado de bienestar", que pasaría por una profunda revisión del gasto público. Y en tercer lugar, una "reforma fiscal progresiva", que pasaría por elevar la capacidad recaudadora del Estado y que incluiría un plan de lucha contra el fraude "que prohíba las amnistías fiscales que aprobó el PP"


Sánchez ha adelantado también la creación de una oficina nacional que ponga pajo lupa las grandes fortunas. "Todo esto lo podemos hacer a partir la semana que viene", ha sentenciado. 


El líder de los socialistas ha querido insistir en que su programa de Gobierno luchará contra la corrupción, a través de "medidas de prevención de la corrupción tanto en el sector público como en el privado"  y ha anunciado medias de represión sobre la corrupción. "Endureceremos las medidas de lucha contra el fraude fiscal", ha sentenciado. 


Por ello, Sánchez ha recordado que el acuerdo firmado con Ciudadanos presenta una "autentica revolución" en el nombramiento de los cargos de designación parlamentaria, un proceso en el que "debe primar la profesionalidad e imparcialidad de los candidatos".


Así, ha recordado que el Acuerdo contempla la convocatoria pública de las vacantes a cubrir; evaluación de la competencia e idoneidad de los candidatos por un Comité Asesor; publicidad de los informes de evaluación; sesiones de audiencia en las correspondientes comisiones del Congreso y del Senado; aprobación por la mayoría que proceda por la o las Cámaras competentes.


REMODELAR ESPAÑA, QUE YA "NO ES LA DE 1978"


Sánchez ha dedicado unos minutos a hablar del deterioro de las relaciones entre el Gobierno central y la Generalitat de Cataluña. Ha lamentado la falta de diálogo habida en estos años y ha advertido de que parte de la sociedad catalana "ha desconectado" con el proyecto común que representa España.


Sin negar que "haya habido razones para el desencuentro", Sánchez propone "mirar al futuro y hacerlo con esperanza". Eso sí, ha querido dejar claro que él está "comprometido con la defensa de la Constitución y de la ley", porque sin ella todos estaríamos expuestos "a injusticias y criterios arbitrarios".


Para favorecer un "nuevo entendimiento entre catalanes, y entre estos y el resto de compatriotas españoles" propone una reforma de la Constitución que no responderá solo al problema catalán, sino que persigue la remodelación del Estado porque "la España de hoy no es la de 1978".


Esa España renovada deberá ser, según Sánchez, una nación "fuerte y solidaria en el mundo". "La España de las oportunidades, los derechos y las libertades. Una España laica. Libre de corrupción. Una España federal con la fuerza de sus culturas, de sus lenguas y de su historia común, con la fuerza de su ejemplaridad interna y externa. Una España federal en una Europa federal", ha enumerado.


Antes de enumerar las reformas que, en su opinión, deberían abordarse en la actualización de la Constitución, Sánchez ha recordado que la historia de la generación que hizo posible la actual Carta Magna fue una "historia que acaba bien".


Por ello, ha aprovechado para agradecer el trabajo de todos aquellos que lo hicieron posible y que "desde diferentes opciones ideológicas, trabajaron pensando en lo que les unía y aparcando lo que les separaba para consolidar la democracia española".


ACOTAR LA REFORMA PACTADA


Si Sánchez es investido presidente del Gobierno, su Ejecutivo, ha prometido, creará en el plazo de un mes una subcomisión que acuerde el "perímetro" de la reforma, es decir, que acote qué aspectos se van a tocar de la actual Carta Magna.


En esa reforma constitucional deberá abordarse, a su juicio, la revisión del título VIII para desarrollar el "Estado de Estructura Federal", pero también el reconocimiento de los derechos civiles y políticos, y de los derechos sociales como derechos fundamentales; la modificación del artículo 135 para garantizar la estabilidad presupuestaria y la estabilidad social; la supresión de la preferencia del varón en la sucesión de la Corona, la revisión de las bases del sistema electoral y la incorporación del "hecho" Unión Europea al ordenamiento constitucional.


Como medidas específicas dirigidas a Cataluña, Sánchez se compromete a "activar" las comisiones bilaterales, que en el caso del Estado con la Generalitat de Cataluña no se reúne desde julio de 2011. Pero también acepta dar respuesta a algunas de las 23 peticiones que le remitió la Generalitat al Gobierno de Rajoy.


Esas propuestas a las que dará respuesta, y que coinciden con peticiones que hacen también al Gobierno central otras autonomías, se refieren a una financiación "suficiente" de la Ley de Dependencia; un aumento del presupuesto para políticas activas de empleo; la derogación de la Reforma Local; la paralización de la LOMCE, la última ley de educación aprobada por el PP y la recuperación de los fondos para el Programa de Desarrollo Rural.


NI RASTRO DE LAS DIPUTACIONES


A pesar de las diversas referencias al acuerdo firmado con Ciudadanos, Pedro Sánchez no ha hecho alusión en su intervención a la hipotética supresión de las Diputaciones provinciales, que sí llevaba escrito en su discurso.  La cuestión ha levantado la polémica en las filas socialistas desde que se conoció la semana pasada. Era uno de los aspectos que Ciudadanos había planteado como imprescindible para cerrar un acuerdo con el PSOE y provocó críticas entres muchos dirigentes territoriales socialistas.


"LAS MANOS DE LOS SOCIALISTAS ESTÁN TENDIDAS"


Sánchez ha querido reiterar, ya al final de su intervención, que los socialistas están dispuestos a dialogar con las fuerzas políticas que quieran sumarse al cambio. "No hay mayoría suficiente en esta Cámara para formar Gobierno", aunque la recordado que quien sí ha logrado una mayoría ha sido la "voluntad de cambio". 


El aspirante a la Presidencia ha expuesto que "sea cual sea ese resultado, el PSOE se siente orgulloso de haber conseguido los objetivos", en referencia a la voluntad de su partido por una "firme voluntad de un cambio" en la política española; "extender la mano para un cambio de gobierno" y "de forma de Gobernar este país" -- momento en el que ha vuelto dar su agradecimiento a Ciudadanos--; y por "aceptar el mandato del Rey", por el que " hemos logrado superar la situación de bloqueo político" tras la declinación de Rajoy para formar Gobierno. “Mi fracaso habría sido rechazar la propuesta del Jefe del Estado”, ha sentenciado. 


Pedro Sánchez ha cerrado su discurso proponiendo tres acciones que pasan por “sacar a España del bloqueo” en el que se encuentra; “poner en marcha el cambio” y que, con esto, “avancemos”.




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