Ante unas nuevas elecciones, ¿el PP las quiere o las teme?
Cada encuesta da un resultado diferente y los partidos se preparan para una nueva campaña electoral, ante la posibilidad cada vez más lejana de llegar a un acuerdo.
A pesar del tiempo transcurrido después de las últimas elecciones generales, todo parece seguir en el aire. Quien más o quien menos, ya se ha preparado para cualquier escenario posible.
Mariano Rajoy, que ya sabe que nadie lo va a llamar para negociar un próximo Gobierno, saca pecho y no pierde la ocasión para recordar que ha sido él el que ha ganado las elecciones. Y, por si acaso, ya se ha enrolado en una velada campaña electoral.
Pero no todos las tienen consigo. Las encuestas cambian de una semana a otra y cada una barre para su casa, así que de fiables tienen poco. Por eso, desde el Partido Popular transmiten cierta cautela a la hora de plantearse si es necesaria una campaña electoral, toda vez que, desde las últimas generales y, sobre todo, tras la declinación de Rajoy, los principales partidos han escenificado una precampaña electoral por si acaso, entre ellos el propio Mariano, que la ha comenzado este sábado.
Que las encuestas no son fiables lo sabe bien el vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez-Maillo, quien ha asegurado este lunes que las acoge con "escepticismo" porque "todo cambia muy deprisa".
"Muchas encuestas publicadas y más que se publicarán, hay que valorar con prudencia y con mucho escepticismo. Todo cambia muy deprisa", ha manifestado Maillo en un comentario en su cuenta de Twitter.
Muchas encuestas publicadas y + q se publicarán, hay q valorar con prudencia y con mucho "escepticismo". Todo cambia muy deprisa @PPopular
— F. Martínez-Maillo (@martinezmaillo) 4 de abril de 2016
En parecidos términos se ha expresado la vicesecretaria de Estudios y Programas del PP, Andrea Levy, que ha admitido que son escépticos ante esos sondeos. Así lo ha asegurado en una charla informal con los periodistas tras la reunión del comité de dirección del PP que ha presidido el jefe del Ejecutivo en funciones.
Según la encuesta de Sigma Dos que hoy publica EL MUNDO, si llegasen a convocarse unas nuevas elecciones, PP y Ciudadanos podrían unidos alcanzar la mayoría absoluta y conformar un Ejecutivo sustentado por hasta 180 escaños.
Según este estudio, los populares obtendrían un 30,2% de los sufragios (1,5% más que el 20-D) y 128 escaños, en tanto que Ciudadanos obtendría el 16,2% de los votos (2,3 puntos más que en diciembre) y avanzaría hasta los 52 diputados. Por el contrario, Podemos perdería cuatro puntos de intención de voto y obtendría 49 escaños, 20 menos que en los pasados comicios. El PSOE volvería a anotarse un 22% de los sufragios y 90 diputados.
Menos optimista con el PP es la encuesta de Metroscopia publicada este fin de semana por el diario 'El País', que concede al PP el 27,7% de los votos mientras que el PSOE lograría el 21,0%. A escasa distancia se sitúa Ciudadanos con un 18,8% y después Podemos con un 15,9%. Por su parte, UP-IU lograría el 6,9%.
Ante esta incertidumbre, el PP no tiene claro si Mariano Rajoy está preparado para enfrentarse a otra campaña electoral. Algunos apuestan por dejar todo como está, ir a elecciones y volver a ganar, a ser posible con algo más de margen, pactar con Ciudadanos y arreglar el entuerto.
Uno de ellos es Borja Sémper. El portavoz parlamentario del PP vasco ha pedido que "se valore" la posibilidad de no haya campaña electoral si se repiten las elecciones generales. Se escuda en la excusa de que "nos ahorraríamos un dinero y mareo a los ciudadanos".
En una entrevista concedida al programa 'En Jake' de ETB, Sémper ha manifestado que todo apunta a que va a haber nuevos comicios y ha propuesto que, de ser así, no haya campaña electoral. "Al menos, que lo valoremos", ha añadido posteriormente a través de un tuit.
Al menos, que lo valoremos... https://t.co/b8v3qRQjky
— Borja Sémper (@bsemper) 4 de abril de 2016
El representante de los populares vascos ha preguntado a Podemos si está dispuesto o no "a acordar con el PSOE y Ciudadanos", lo que supondría "aceptar, al menos en un porcentaje alto, lo que han acordado" socialistas y la formación naranja.
"Porque la alternativa son elecciones y yo creo que no hay más tela que la que arde", ha indicado, para admitir que también puede haber "una opción inteligente, desde el punto de vista del interés de Podemos, que consista en abstenerse para que Pedro Sánchez sea un presidente apoyado por Ciudadanos en una clara minoría en el Congreso y aprovechar una legislatura corta para darle en el carné de identidad a Sánchez y seguir rascando del electorado del PSOE".
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