Alcaldesa Colau, carriles bici de una sola dirección

Estamos en los primeros días del nuevo año. Pasar la página del calendario no significa que las cosas vayan a cambiar por este simple gesto. Es la ilusión de pensar que pueda ser así, pero la realidad aplasta las ilusiones. Aunque el refrán popular diga "año nuevo vida nueva", habría que añadirle los problemas viejos, persistentes y sin voluntad de solucionarlos.

Sabemos que hay que cuidar el medioambiente pensando en el presente y el futuro, es algo que nadie pone en duda y a mayoría de las personas tienen voluntad de apostar por ello. Otra cosa muy distinta es implantar sistemas que matan también a las personas, se haga la vista gorda, no se faciliten cifras y parezca que todo funciona de maravilla. Muchas ciudades apuestan por la sostenibilidad , Barcelona es una de ellas, pionera, por cierto, en la implementación de la bicicleta que tantos problemas está generando. Primero, los ciclistas circulaban por las aceras como Pedro por su casa, con los consiguientes atropellos y con gran cabreo de los transeúntes. A eso se añadieron los patines, de pie, después los eléctricos. Con todo este conglomerado circulando por las aceras, al final, la alcaldesa Colau, muy ecologista ella, tomó la gran decisión ‘trascendental’ que diría algún barcelonés enfadado, de hacer los carriles bici. Se suponía que esto mejoraría la circulación y la protección a los viandantes. Craso error, ya que se siguen produciendo accidentes que van en aumento cada día.

Las mentes pensantes que han diseñado los carriles bici podrían pensar que, en una calle de una sola dirección, el carril bici debería ser también de una sola dirección, porque las personas suelen mirar hacia dónde vienen los coches, no para los dos lados. Si a los coches se le aplica este sistema en las vías de una sola dirección, ¿por qué no se hace lo mismo con los carriles bici? Quizás así se podrían evitar los accidentes que van en aumento. 

Hay ciclistas que piensan que está participando en el Tour de Francia y circulan a toda pastilla se llevan por delante a todo lo que pasen en ese momento por su trayectoria. Es más, los hay que incluso van hablando por teléfono, que es lo más de lo más.

Estos días nos han llegado quejas de atropellos de bicicletas incluso en paso de peatones y los autores de los mismos han salido corriendo para que no los identifiquen, sin auxiliar a las personas que han tirado al suelo y que la pobre ha quedado aturdida  sin capacidad de respuesta para levantarse y emprenderla con el autor de la fechoría. Solo la solidaridad de algunas personas que se encontraban en ese momento cerca de la víctima han prestado ayuda. La solidaridad aún existe, por suerte.

Este 2023, año electoral, con elecciones municipales -  también de generales  en diciembre -, sería bueno ,ya que hay que seguir apostando por el transporte “no contaminante”, un nuevo replanteamiento de la alcaldesa Colau, -otros municipios también- para evitar más accidentes en una ciudad donde las superillas, los pilones de cemento, el estrechamiento de las calzadas y la limitación de acceso al centro están haciendo de la ciudad de Barcelona una urbe demasiado complicada. Carril bici sí, de una sola direccióntambién , sancionar a los incívicos y planificar mejor para ir reduciendo los accidentes. Porque está comprobado que, si  atropellan  a un famoso todos los medios de comunicación nos hacemos eco , por el contrario  si son ciudadanos anónimos, pues nadie se entera y aquí no ha ocurrido nada.

La realidad es que cada día hay demasiadas personas que son atropelladas por bicis y patines, qué se sigue hablando de la mejora de la circulación, del medioambiente y de lo ecologista que es el gobierno municipal. Espabilen este año electoral y pongan freno a las actitudes incívicas de algunos malhechores del transporte sostenible, porque al final la gente se muere por la contaminación, pero también por ser atropellada por una bicicleta, o un  patinete.