Demencia, ¿solo una enfermedad de la tercera edad?

En la batalla contra la demencia, un mal a menudo asociado a la tercera edad, se revelan estrategias clave que podrían marcar la diferencia, según el análisis de expertos. Si bien factores como la genética, raza y antecedentes familiares son elementos incontrolables, el estilo de vida emerge como un terreno donde la intervención temprana podría ser crucial.

Blair Steel, psicólogo de Carrara Treatment, Wellness & Spa, destaca que la demencia abarca diversas condiciones con síntomas que incluyen olvidos, habilidades sociales limitadas e interferencias en el pensamiento diario. Uno de los principales consejos para contrarrestar sus efectos es la práctica regular de ejercicio, especialmente el aeróbico, ya que, según Steel, "no usar el cerebro conlleva a perder sus funciones".

El aislamiento social se identifica como otro factor de riesgo. Mientras las redes sociales ocupan gran parte de nuestro tiempo, Steel destaca que la conexión en persona tiene un impacto más profundo en la estimulación cerebral y la salud mental. El contacto regular en persona ayuda a prevenir el estrés, la hipertensión y otros problemas asociados.

Los hábitos de sueño también emergen como un componente crucial. Aunque pueda pensarse que la juventud ofrece inmunidad, Steel aconseja evitar el uso de pantallas y luces después de cierta hora, sugiriendo medidas para garantizar un sueño reparador.

El estrés, catalogado como un desencadenante importante de la demencia, se puede abordar con diversas actividades, desde ejercicios físicos y pasatiempos hasta pasar tiempo con amigos y familiares. La flexibilidad en las reacciones y evitar actitudes inflexibles son recomendaciones para reducir la presión emocional.

En relación con el consumo de alcohol, la Alzheimer's Society vincula su ingesta regular durante años con ciertos tipos de demencia, subrayando la importancia de moderar su consumo.

En cuanto a la alimentación, la calidad de la dieta desempeña un papel clave. Optar por alimentos integrales y naturales en lugar de productos procesados puede ayudar a mitigar el riesgo de demencia en adultos. La Dieta Mediterránea, conocida y respaldada por celebridades, se ha destacado por reducir significativamente este riesgo.

Estas estrategias, aplicables en cualquier etapa de la vida, sugieren que la prevención temprana y los hábitos de vida saludables pueden ser fundamentales para preservar la salud mental y reducir los riesgos asociados con la demencia.