La deforestación en la Amazonia brasileña alcanzó 9.166 kilómetros cuadrados en 2019, un aumento de 85% que se produce en el primer año del gobierno de Jair Bolsonaro.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dice que los incendios y la deforestación de los bosques no terminarán, porque son parte de la cultura del país.
La selva tropical más grande del mundo ha perdido 9762 kilómetros cuadrados de su cubierta vegetal. Desde 2008 no se ha visto algo así.
El cambio climático está cambiando la composición de la selva amazónica, afectando sobre todo a las especies que necesitan más humedad.
La destrucción de la selva amazónica tendría un coste directo de hasta 3.147 millones de euros. Salvarla costaría hasta 50 veces menos.
El cambio climático transformará el régimen de incendios en los próximos años, provocando fenómenos más intensos y una deforestación mayor por la disminución de la capacidad de recuperación de los bosques mediterráneos.
El cultivo del aceite de palma tiene efectos devastadores sobre los ecosistemas, el cambio climático, las especies protegidas y las poblaciones locales.