A los Fiscales se les ha ido la olla

No entiendo nada del lio que han montado las Fiscalías de Catalunya y del Estado, y por si faltaba algo la Fiscal de Barcelona, que se ha sumado al carro del desconcierto, poniendo el punto a una i, que mas que i latina, es i griega que por lo tanto, ortográficamente no lo necesita

No entiendo nada del lio que han montado las Fiscalías de Catalunya y del Estado, y por si faltaba algo la Fiscal de Barcelona, que se ha sumado al carro del desconcierto, poniendo el punto a una i, que mas que i latina, es i griega que por lo tanto, ortográficamente no lo necesita. Y mientras se comete esa falta, los políticos, como es habitual en estos tiempos, completamente divididos en casi todo, asumiendo de pleno un status de irresponsables que suena tomadura de pelo a la pobre gente que, se los mira, preguntándose qué ha hecho para padecer semejante desgracia.

Por si fuera poco, en las últimas horas, un militar y un cardenal, se suman al coro de de los niños cantores de la España cañí que, a golpe de despropósitos, se nos va cayendo a pedazos, sin que nadie se atreva a recogerlos y a unirlos de nuevo, aunque solo sea, para que nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos dejen de mirarse con ese recelo que siempre es antesala de un inmediato enfrentamiento entre hermanos.

Por lo que se ve, no hemos aprendido nada de nuestra historia aun reciente, de la que todavía quedan dos clases de antepasados: Los que están enterrados con su nombre en una lapida de cementerio velados por sus descendientes, y los que duermen en las fosas comunes de los barrancos o en los caminos intransitados mientras su familia mas próxima se extingue sin poder llevarles a su tumba una simple flor.

Un día de estos me jubilo y me olvido de tanto cretino que está dejando el país en el que nació como un erial, sin que la ciudadanía los corra a trompazos como los revolucionarios franceses hicieron con aquella nobleza corrupta que les oprimía y mataba de necesidad, mientras ellos con su rey al frente, vivían como los aforados de las tarjetas black, que ya es vivir bien.

Esto, amigas y amigos, pinta tan mal, que hasta a los fiscales se les ha ido la olla.

Manuel Fernando González
Editor
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