Hacía mucho tiempo que los votantes no recibían un soplo de aire fresco de "sus políticos", tan encerrados durante todo estos años en el hábitat de tozudez e ineficacia que han edificado para su vanidad personal. Pero, como dice el refrán, como "no hay mal que cien años dure", ha entrado por sorpresa en sus tristes vidas, la entrega televisiva del debate que protagonizaron el jueves por la noche los candidatos al gobierno vasco.

Un debate que queremos calificar como de nivel alto/excelso en el que alcanzó su clímax cuando la candidata de Podemos Pilar Zabala le preguntó a un Alfonso Alonso, cabeza electoral del PP, hasta entonces crecido y brillante, ¿es que acaso Vd. no me considera a mí una víctima? Pregunta que tiene su lógica, si estás hablando de terrorismo, del proceso de paz y de reinserción y sobre todo, si la que la hace es hermana de Joxi Zabala, asesinado junto a Lasa, después de ser secuestrado por dos guardias civiles. El siguiente paso es una respuesta dubitativa y difícil de quien no sabe cómo salir del lío en el que está metido: “Sabe que con arreglo a la ley -contesta Alonso- tal y como está redactada no, del terrorismo no", puntualizando a continuación, "pero usted es víctima de..de.., sí, claro, de... de.. un exceso, de un abuso....... de una actuación de funcionarios del Estado absolutamente execrable".

Y tras ese dramático diálogo, silencio..., con mirada intensa entre ambos que, los que seguían el debate por la ETB llegaron a pensar que lo que pasaba es que se había paralizado la señal, y que a Zabala y Alonso les pareció eterno.

Nosotros, tras verlo varias veces, nos ha parecido que la herida no se ha cerrado y que todavía existe en Euskadi y en toda España un inmenso vacío que hay que llenar de perdón, comprensión y respeto, tras tantos asesinatos y muertes inútiles.

Ahí, en ese "minuto de oro" que el moderador del debate no quiso interrumpir sabiamente, la candidata de Elkarrekin Podemos se llevó a la audiencia por goleada pese a ser novata en las lides electorales.

Al final, por resumir, todos pudieron exponer clara y contundentemente todas sus ideas sobre Euskadi, sin que, al hacerlo, rompieran puentes para el diálogo post electoral, que tendrá que haberlo necesariamente para poder formar gobierno. Y eso, viendo el panorama político español es una "lección impagable de democracia" y, sobre todo, un ejemplo muy meritorio de cómo hay que entender la política.

A ver si sus colegas de otras latitudes y parlamentos aprenden la lección que hemos podido ver en el mejor debate de los últimos años.