El presidente del grupo Prisa, Oughourlian, compra 5,3 millones de acciones

Las recientes sesiones en el mercado no han sido favorables para el Grupo Prisa. Aunque es verdad que el volumen de transacciones no ha sido significativo, también es cierto que, tras la divulgación de sus más recientes resultados el 31 de octubre, las acciones del grupo han experimentado una nueva depreciación.

En esa fecha, el valor de las acciones era de 34 céntimos, pero en la actualidad se cotizan a 0,30 euros. En el transcurso del último mes, la acción ha sufrido una pérdida del 17% de su valor.

En este contexto, el presidente de la compañía, Joseph Oughourlian, ha llevado a cabo dos transacciones mediante las cuales ha adquirido cerca de 5,3 millones de acciones, por un valor total aproximado de 1,5 millones de euros, el pasado 8 y 11 de noviembre. 

Oughourlian también ha adquirido las acciones utilizando sus propios recursos. En otras palabras, no ha realizado la compra a través de Amber Capital y sus subsidiarias, las cuales poseen el 29,56% del capital de Prisa y se encuentran próximas al límite legal del 30% de propiedad. Superar este umbral requeriría la obligación de lanzar una Oferta Pública de Adquisición para aumentar su participación en el grupo.

Esta apuesta demuestra la confianza que hay en el proyecto, a pesar de que la trayectoria económica del grupo ha generado que su inversión en la empresa, cifrada en 300 millones de euros según sus declaraciones, se vea comprometida.

Esta situación se debe a la disminución del 80% en el valor de las acciones de la empresa en los últimos cinco años, y al descenso del 93% desde que Amber Capital admitió en agosto de 2015 que su participación en Prisa había superado el 3%. Además, es necesario considerar las ampliaciones de capital y la adquisición de bonos convertibles en acciones en las que Amber ha estado involucrado.

Es cierto, como afirmó en una Junta de Accionistas en respuesta a una queja planteada desde el ámbito de la familia Polanco, que la situación financiera del grupo estaba al límite cuando asumió el cargo. En ese momento, la deuda ascendía a 756 millones de euros.

Sin embargo, la situación financiera de la empresa sigue siendo sumamente compleja. A principios de 2023, los socios tuvieron que desembolsar más de 100 millones de euros como parte de una operación para adquirir bonos obligatoriamente convertibles en acciones. Esta estrategia se ideó para hacer frente al aumento de los intereses de la deuda, causado por el incremento de las tasas en la zona euro.
 

A fecha del 30 de septiembre, las obligaciones de Prisa con los bancos alcanzaban los 807 millones de euros, habiendo disminuido un 5,7% con respecto al tercer trimestre de 2022.

En lo que va del año, el grupo ha acumulado pérdidas por un total de 36,7 millones de euros. Su relación deuda neta / EBITDA es prácticamente similar a la registrada a principios de 2021, situándose en 4,3 / 4,25.