La mayoría de las organizaciones de impacto tienen dificultades para acceder a financiación, según SpainNAB
La mayoría de las organizaciones de economía de impacto (aquellas que buscan un beneficio social o ambiental, además del económico) tienen dificultades para acceder a financiación, según SpainNAB, habida cuenta de que el 77% de ellas tuvieron necesidades de financiación en 2022 y el 62% presentó dificultades para acceder a ella.
El primer informe nacional sobre demanda de financiación de impacto elaborado por SpainNAB, asociación para la inversión de impacto, ha recogido en base a datos de 2022 que entre los obstáculos más comunes que encaran estas organizaciones son el coste de la financiación y la dificultad para que las entidades financieras comprendan los modelos de negocio.
Las organizaciones de impacto incluidas en el estudio, aunque de un tamaño medio superior al de las pymes españolas, son mayoritariamente micro-organizaciones, puesto que casi el 64% facturan menos de 300.000 euros y el 90% tiene menos de 10 empleados.
Estas organizaciones tienen, según el informe, una situación financiera mejor que la de las pymes españolas, con un mayor porcentaje de organizaciones en crecimiento (38% frente a 29%) y mejorando dicha situación (24% frente a 7% en las pymes), así como con unas mejores perspectivas económicas a corto plazo, tanto de crecimiento de ingresos como de creación de empleo.
Sin embargo, las pymes cuentan con el factor a favor de que la dificultad en el acceso a la financiación es un obstáculo para el 49% de ellas frente al mencionado 62% que afecta a las organizaciones de impacto.
Además, para dar respuesta a sus necesidades de financiación, las organizaciones recurren la mitad de las veces (48%) a la financiación bancaria para obtener músculo financiero, un nivel superior al del conjunto de las pymes (37%).
De forma general, dentro de este rango, la respuesta de la banca ha sido positiva y el 80% de las organizaciones ha obtenido con éxito la financiación que precisaban; por otro lado, la causa principal de la denegación ha sido la incapacidad de poder presentar garantías.
Por temáticas, las de la esfera ambiental son las más demandadas de financiación (77% de los casos); mientras que, en términos de tamaño, la demanda es mayor en las organizaciones medianas; y por tramo de edad, las que tienen entre 5 y 10 años de vida.
Entre los instrumentos más utilizados por las organizaciones de impacto, en 2022 los fondos propios fueron la opción más utilizada en el 67% de las organizaciones, las subvenciones en el 47% y la deuda a corto plazo en el 29% de los casos. Por su parte, los instrumentos de deuda a largo plazo (préstamos, bonos y pagarés) sigue siendo relativamente bajo (14%).
El estudio también ha puesto el foco en que las organizaciones de impacto "aún emplean de forma escasa" aquellos instrumentos más específicos dirigidos a facilitar su financiación, como es el caso del 'crowdfunding', la deuda de capital riesgo, los bonos verdes o sociales, el 'venture capital' o la financiación a través 'business angels' (inversores particulares).
Al hilo de los datos del informe, el director general de SpainNAB, José Luis Ruiz de Munain, ha sostenido que es "crucial" que se desarrollen mecanismos y políticas públicas que fomenten la inversión de impacto y promuevan un crecimiento equitativo y sostenible en estas organizaciones que "trabajan por un mundo mejor".
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