El grupo de supervisores europeos de las 'Ocho Sillas' remarca su compromiso con el gobierno corporativo

Las autoridades recalcan que los códigos no son fijos, sino "marcos dinámicos"

El grupo de supervisores europeos de las 'Ocho Sillas' -compuesto por Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, España, Suecia y Reino Unido- ha remarcado su compromiso con los principios fundamentales del gobierno corporativo, esto es, responsabilidad, confianza y transparencia.

A través de un comunicado, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha reseñado que, en la última reunión del pasado 15 de mayo, el foro informal de presidentes de las instituciones nacionales responsables de la elaboración de los códigos de gobierno corporativo ha subrayado que este compromiso tiene lugar en un entorno de creciente inestabilidad geopolítica e incertidumbre económica.

Al calor de esa volatilidad, el grupo de presidentes ha recalcado que los códigos de gobernanza, tanto a nivel nacional como europeo, no son normas fijas, sino marcos dinámicos diseñados para guiar a entidades hacia el éxito sostenible y que, por tanto, son susceptibles de modificarse y adaptarse.

"Siguen siendo esenciales para fomentar la creación de valor a largo plazo y competitividad de las entidades europeas", han sostenido como eje común para con los principios que conformen los códigos nacionales de gobierno corporativo.

"Como presidentes, reconocemos de forma colectiva que una buena gobernanza es un requisito para el crecimiento sostenible, el liderazgo eficaz y la confianza de inversores", han afirmado en la declaración conjunta del grupo.

"En tiempos tan inestables como los que vivimos, los códigos de gobierno facilitan la tan necesaria continuidad y dirección, ofreciendo una brújula estabilizadora para ayudar a las entidades a gestionar la complejidad con una claridad de objetivos", han apostillado en esencia, en tanto que "también ofrecen a las entidades la flexibilidad que les permita adaptarse, innovar y competir a nivel mundial".

En un plano más amplio, han reconocido que es "cada vez más común" que las entidades europeas operen en entornos normativos fragmentados y, a menudo, se vean enfrentadas a normas internacionales divergentes o incluso contradictorias: "Como hemos comprobado con los debates actuales sobre ASG y DEI", han ejemplificado.

Con todo, el grupo de presidentes ha señalado que, a pesar de dichos retos, el éxito a largo plazo sigue requiriendo liderazgo diverso, integridad, inclusividad y la implicación con las partes interesadas.

Así, en lo que respecta sus ámbitos propios de actuación, han sostenido que los responsables de establecer las normativas "deben facilitar marcos claros y basados en principios que permitan a las entidades lograr la sostenibilidad y la simplificación".

"La gobernanza no debería suponer una carga, sino empoderar a las empresas para que actúen con determinación, resiliencia y claridad estratégica", han enlazado al respecto.

En cuanto al posible choque de normas, han aseverado que las políticas deben contribuir mediante la implementación de un marco regulador estable y proporcionado que garantice la "máxima coherencia" a nivel internacional y promueva un entorno regulatorio que permita a las entidades y sus consejos permanecer ágiles y atentos a los cambios.

Por otra parte, han defendido que la información debería fomentar la transparencia, aunque no reemplazar la responsabilidad de una entidad: "Nuestros códigos de gobierno están diseñados para respaldar -no refrenar- la libertad empresarial; para que Europa refuerce su competitividad y recoja los beneficios de la actual era transformadora, con nuevos retos como la ciberseguridad y la inteligencia artificial, dicho equilibrio es primordial", han indicado.

El grupo se reúne dos veces al año para compartir impresiones sobre la dinámica del mercado, así como la evolución normativa y de las prácticas de mercado, con el objetivo común de promover un gobierno corporativo eficaz, confiable y con vistas hacia el futuro.