El BCE apuesta por mejorar la eficiencia supervisora, pero advierte de que no habrá un 'Big Bang'
El Banco Central Europeo (BCE) aspira a impulsar una mejora de la eficiencia de su labor supervisora en el marco de la reforma en curso del Proceso de Revisión y Evaluación Supervisora (PRES), aunque la presidenta del Consejo de Supervisión de la entidad, Claudia Buch, ha advertido de que "no habrá un Big Bang".
Durante su intervención en una conferencia en Berlín, la máxima responsable del área supervisora del BCE ha señalado que la reforma del PRES se completará el próximo año, sobre la base del marco de tolerancia al riesgo introducido en 2023, añadiendo que la institución pretende ampliar los objetivos de la reforma para mejorar aún más la eficiencia y el enfoque basado en el riesgo en todas las actividades supervisoras.
"No habrá un 'Big Bang'", ha anticipado la alemana, para quien es necesario un cambio en la cultura supervisora para llevar a cabo con éxito la agenda de reformas, incluyendo la mejora de la coordinación entre las autoridades nacionales competentes y el BCE.
Entre los objetivos fundamentales de la reforma del PRES, Buch ha señalado la necesidad de enfocar las evaluaciones de riesgo, simplificando la comunicación de los resultados para los bancos con perfiles de riesgo bajos y estables; la mejora de la integración de las actividades de supervisión; el uso de todas las herramientas de supervisión con el fin de actuar con mayor rapidez para remediar los hallazgos críticos en los bancos; mejorar la comunicación; la simplificación del enfoque para establecer los requisitos de capital del Pilar 2; mejorar el uso de los sistemas informáticos y los análisis para que la interacción entre bancos y supervisores sea más eficaz.
Sobre la base de la experiencia de los supervisores de todo el sistema y la retroalimentación de los bancos, la entidad está trabajando también en mejorar la toma de decisiones y aprovechar la digitalización, así como el ámbito de los modelos internos para que los bancos evalúen los riesgos y mantengan niveles adecuados de capital.
Asimismo, en cuanto a decisiones relacionadas con el capital se incluyen las aprobaciones supervisoras para la recompra de acciones, la ejecución de instrumentos de capital de nivel 1 adicional y de nivel 2, y la inclusión de beneficios provisionales en el capital CET1
"Si bien estas decisiones son importantes para preservar unas posiciones de capital sólidas, los procesos subyacentes suelen consumir muchos recursos. Estamos mejorando nuestros procedimientos internos para que sean más rápidos y estén más basados en el riesgo, incluso mediante el uso de herramientas digitales", ha explicado Buch, destacando que, para los bancos, esto se traducirá en expectativas más claras, plantillas más estandarizadas y plazos de entrega más rápidos.
En conclusión, la presidenta del Consejo de Supervisión del BCE ha subrayado la dificultad de "dibujar una línea clara entre la simplificación y la desregulación", recordando que las reglas actuales no están ahí porque el marco se haya hecho intencionalmente demasiado complejo, sino que las reglas y procedimientos están por una razón.
De este modo, ha advertido de que las mejoras no deben realizarse a expensas de estándares más débiles que expongan a los depositantes y contribuyentes a un mayor riesgo, por lo que considera que asegurar que la simplificación no debilite la resiliencia "requiere una agenda de reforma europea".
"Como supervisores, no podemos actuar solos: el BCE no es una autoridad reguladora. Se necesitan decisiones políticas para armonizar las reglas nacionales que son relevantes para los bancos de toda Europa", ha planteado Buch, añadiendo que esto promovería el mercado único y la integración financiera transfronteriza.
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