La 'Operación Salida' genera altos niveles de tensión, enfado y ansiedad en carretera
La combinación de calor, ganas de llegar al destino lo antes posible, cansancio y tráfico denso crea un ambiente perfecto para que la ansiedad, el enfado o el estrés afloren durante la 'Operación Salida'.
Con el objetivo de comprender mejor estos fenómenos, Bipi, compañía de suscripción de vehículos, ha realizado un estudio de neurociencia, en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid. A través de tecnologías de diversas pruebas como el electroencefalograma (EEG), la respuesta galvánica de la piel y el análisis facial, se han medido las reacciones emocionales en situaciones como las que ocurren en la 'Operación Salida'.
Los atascos siguen siendo una de las situaciones que más emociones negativas despiertan entre los conductores españoles, especialmente en tiempos de muchos desplazamientos. Según el estudio de Bipi, los menores de 30 años tienden a reaccionar con enfado, mientras que los mayores experimentan más ansiedad. Esta sensación de impotencia ante la ralentización de la conducción genera una tensión emocional que altera el estado de ánimo.
Los pitidos son otro de los estímulos que provocan reacciones inmediatas y viscerales. El estudio de Bipi reveló que el sonido del claxon genera ansiedad, especialmente en mujeres jóvenes, mientras que los hombres tienden a responder con enfado.
CONTROL DE LAS EMOCIONES NEGATIVAS
Aunque las emociones negativas como la frustración o la ansiedad están muy interiorizadas en situaciones como los atascos, el estudio demuestra que se pueden cambiar. El entrenamiento de neurorelajación ha evidenciado que, con las herramientas adecuadas, es posible modificar nuestra respuesta emocional al volante.
Estas técnicas, centradas en la respiración consciente, la relajación muscular y el control de pensamientos automáticos potencian la autorregulación. Gracias a ello, emociones como la ira o la ansiedad se transformaron en sensaciones como la aceptación que contribuye a una conducción más segura y responsable.
El estudio de Bipi pone de manifiesto que, aunque muchas emociones al volante parecen inevitables, es posible entrenar para tener una respuesta emocional más positiva.
"En los desplazamientos masivos que se viven durante el verano, es clave entender cómo nos afectan las emociones al volante, pero también cómo, con ejercicios determinados, podemos aprender a gestionarlas para conducir de forma más segura", ha señalado Saúl Alonso, de Bipi.
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